Blog con el ideal de ofrecer información de base (atemporal) sobre tres temáticas claves: 1) el imparable crecimiento de las energías renovables como único camino posible hacia un sistema energético sostenible 2) el ahorro y la eficiencia como parte fundamental de ese camino 3) la dificultad cada vez más actual del cambio climatico y del pico del petróleo o seguridad energética.

martes, 1 de octubre de 2013

50 FUKUSHIMAS, UN 5% DE PROBABILIDAD REAL


Todo el mundo que tenga un mínimo de conocimientos generales, sabe que las auroras boreales (como su propio nombre indica) se producen y se fotografían en latitudes cercanas a los polos, mostrando a la par paisajes nevados. Así que es muy probable, que si alguien hiciera por twitter la siguiente pregunta … “¿Sería posible que hubiese una aurora boreal en Gibraltar?” … es probable que muchos rápidamente le contestaran algo así como … “¿donde has leído semejante burrada?” (una costumbre muy actual, esta de negar o afirmar categóricamente).

Y sin embargo aquí tienes una noticia del New York Times de 1938, sobre el acontecimiento de una intensa Aurora Boreal, que pudo apreciarse en lugares tan al sur como Gibraltar. Pulsa en la foto para agrandar, y podrás leerlo.



HEMEROTECA DE TORMENTAS SOLARES



1938


www.defendingthebride.com/ss/day/1938h74.jpg

Las auroras boreales siempre nos cautivan por su belleza. Todos las hemos visto alguna vez (en videos), pero muy pocos ciudadanos sabrían definir correctamente, que es el clima espacial severo, y cuales podrían ser sus peores consecuencias.



1921

17 años antes, es decir en 1921, se produjo otra gran tormenta solar que provocó voltajes de hasta 1000V en los cableados, que dejaron fuera de servicio a la famosa Gran Estación Central de Nueva York (la recordarás por el final de la película “Los Intocables”) a raíz de los cortocircuitos ocasionados en el sistema de señales. También quedó destruida la estación Central New England en Brewster (estado de Nueva York) tras incendiarse igualmente por cortocircuito el telégrafo.


Podemos seguir viajando en el tiempo. Esta otra noticia habla de 675 voltios de electricidad en otra tormenta solar en 1903, y son curiosas las ilustraciones artísticas incorporadas en este otro periódico. Todos estos recortes de periódicos tan antiguos, los tienes en los siguientes enlaces (aunque solo hay disponibles hasta 1922 por derechos de copyright), y nos dan la visión que tenían aquellas personas de principios del siglo XX, sobre estos fenómenos.

http://www.solarstorms.org/NewsPapers

http://www.solarstorms.org/SRefStorms.html



1859

En este recorrido histórico, tenemos que irnos obligatoriamente a Septiembre de 1859. Resulta que la tormenta solar más grande conocida, fue paradójicamente la primera observada (observación del Sol “en directo”) a pesar de los escasos medios de la época.


http://adsbit.harvard.edu/cgi-bin/nph-iarticle_query?bibcode=1859MNRAS..20...13C

La mayor tormenta solar conocida, aconteció justo en el momento exacto en que la fulguración solar ocurría, cuando era observada por el astrónomo Carrington (con muchísima suerte). Imagina cuan escasa era su probabilidad de ser testigo de dicho momento, si por ejemplo supongamos que era una persona que observaba las manchas solares unas 4 horas al día, todos los días de su vida incansablemente (que es mucho suponer), y con los escasos medios de la época. Las posteriores auroras boreales que acontecieron 17 horas después de la fulguración, fue la parte fácil. Era imposible no asociar ambos acontecimientos, en un solo concepto llamado tormenta solar.

"La brillantez era completamente igual a la de la luz solar directa" (Carrington, 1859)

"Estaba sorprendido por la repentina aparición de una estrella de luz muy brillante, más brillante que la superficie del Sol, lo más deslumbrante a vista protegida ..." (Hodgson, 1859)

[R4]

Si antes te ha sorprendido la anterior noticia de la aurora boreal vista en Gibraltar, mira a continuación desde donde se pudieron apreciar auroras boreales, en el llamado Evento Carrington de 1859.


[R2]

En este sentido, podemos comparar el Evento Carrington con la tormenta solar de 1921, ya que en dicho año, también fue fácil recopilar toda la información de sobre que lugares pudieron ser vistas las auroras boreales (aunque no es la característica más determinante en una tormenta solar, si es la consecuencia más emocionalmente impactante).


http://digitalcommons.unl.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1003&context=usafresearch

Esto de las supertormentas solares, no es un ningún secreto en los ámbitos especializados. Pero buena parte de la población todavía desconoce este raro fenómeno solar, y sobretodo desconoce, cual es el mayor peligro que suponen para la actual sociedad totalmente dependiente de la electricidad.



“Ninguna supertormenta solar tan poderosa como la de 1859 ha ocurrido desde entonces, y por eso es difícil calcular cuál sería el alcance de una tormenta comparable en el mundo de hoy, aún más dependiente de la energía eléctrica. Tuvimos una muestra con el apagón de Quebec, el 13 de marzo de 1989, cuando una tormenta solar, de unos dos tercios de la intensidad que tuvo el evento de Carrington, paralizó la red eléctrica que abastece a más de seis millones de usuarios. Una tormenta como la de Carrington puede freír más transformadores de los que las compañías de electricidad tienen de reserva, dejando a millones de personas sin luz, agua potable, tratamiento de aguas residuales, calefacción, aire acondicionado, combustible, servicio telefónico o alimentos perecederos y medicinas durante los meses que tomaría fabricar e instalar transformadores nuevos. En un informe de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos se estima que una tormenta así podría tener un impacto económico equivalente al de 20 huracanes como Katrina; tan solo el primer año los costos serían de uno a dos billones de dólares y la recuperación tomaría una década.”

http://www.ngenespanol.com/articulos/479728/efectos-tormentas-erupciones-solares



2003, 4 de Noviembre

Sigamos con nuestro recorrido histórico. Ya hemos visto ejemplos reales de “supertormentas solares” pero todas ellas de hace muchísimos años. En la actualidad las tormentas solares son medidas en muy diversas componentes. La primera forma de clasificarlas, es por la fuerza de su llamarada en intensidad de rayos X. El siguiente video conceptual, compara a las tormentas solares con los terremotos, dentro de una escala exponencial, y solo las que pertenecen a la última categoría X (según la clasificación que usa la NOAA o Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) son las que pueden llegar a ser realmente peligrosas.


Video original NASA: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=oOXVZo7KikE#

Como todo lo que hemos visto hasta ahora, data de fechas muy antiguas, seguramente tu primera sensación es que estamos hablando de algo tan infrecuente, como un ratio de una supertormenta por cada siglo, y ciertamente es así. Pero la respuesta es mucho más compleja. Solo en los últimos 40 años, han acontecido dos pseudos-eventos Carringon, que pudieron haber sido, pero que no fueron.

Mira en la siguiente tabla donde puedes ver el listado de las mayores tormentas solares, acontecidas desde 1976. Si te las llevas a un Excel, verás que suman un total de 46 llamaradas tipo X5 o mayores en 37 años (es decir, una media de una al año). Para cada tormenta puedes ver enlaces de información adicional.

http://users.telenet.be/j.janssens/Flares/Powerflare.html

Si miramos la primera de la tabla, resulta que hace tan solo 10 años, en 2003, aconteció una tormenta solar X28 quizás análoga (en su llamarada) al mismísimo Evento Carrington, y sin embargo no sufrimos ningún perjuicio. ¿Cómo fue posible? Sencillamente tuvimos mucha suerte, porque no cumplía la primera de las condiciones para ser un nuevo Evento Carrington: no apuntaba hacia la Tierra. Nótese que el satélite SOHO, observa el fogonazo justo cuando éste se produce en la línea tangencial imaginaria, entre el Sol y SOHO.



Uno de los fenómenos solares más poderosos, durante el período octubre-noviembre, fue la gran llamarada X28 (estimado) de la Región 486. La llamarada X28 se produjo el 4 de noviembre a las 19:50 UTC localizada en S19W83. El sensor GOES XRS quedo saturado a la intensidad X17 durante 12 minutos. Utilizando datos históricos de llamaradas y matemáticas, el pico máximo de emisión, fue estimado en realidad como X28. Esta llamarada es probablemente la más intensa observada desde 1976, cuando el medidor de rayos X GOES comenzó la medición de las erupciones solares, aunque haya habido otras erupciones que también hayan saturado el sensor. Las imágenes EIT 195 mostraron una gran ola, y una atenuación significativa. Las imágenes LASCO, indican un asociado halo de CME (eyección de masa coronal), con una medición de la velocidad del viento solar, de 2.400 km/s. A pesar del tamaño del registro de la llamarada y de alta velocidad de la CME, su ubicación cerca de la extremidad oeste del Sol, limitó su impacto en la Tierra. El centro de la CME, aconteció en la extremidad sudoeste, y se observó como de refilón en la Tierra.

http://www.swpc.noaa.gov/Services/HalloweenStorms_assessment.pdf



2003, 28 de Octubre

Nuevamente surge otra paradoja, porque solo seis días antes, hubo una gran llamarada X17, que esta vez si, fue directa hacia la Tierra, y sin embargo tampoco produjo grandes males. El siguiente extracto de un artículo científico, separa los conceptos de una gran llamarada solar X, y una gran tormenta geomagnética, que no tienen por qué ir de la mano (es decir, proporcionalmente intensas).



Una tormenta supermagnética intensa (definida aquí como aquella con DST < -500 nT), aunque es relativamente rara, tiene una gran relevancia social y tecnológica. Esta tormenta puede causar cortes de energía, daños mortales en satélite, fallos en la comunicación un problemas de navegación. Los datos de supertormentas magnéticas intensas son más bien escasos. Por ejemplo, sólo una verdaderamente supertormenta magnética intensa ha sido registrada (DST = -640 nT, marzo 13,1989) a lo largo de la era espacial desde 1959 (Allan et al. 1989).

El año pasado, hubo una gran comunicación a bombo y platillo, sobre posibles supertormentas magnéticas en Octubre-Noviembre de 2003. A pesar de que las erupciones solares del 28 y 29 de Octubre, eran de clase X17 y X10, no lograron producir una supertormenta intensa, sino que produjeron sendas tormentas de una intensidad Dst -400 nT meramente. Una erupción solar mucho más débil (y CME) de clase M3.2/2N del día 18 de Noviembre, dio lugar a una supertormenta intensa, el 20 de Noviembre con Dst -490 nT. Esto muestra claramente que no sólo es la energía de la llamarada solar y la velocidad de eyección, es lo que controla la fuerza de la tormenta geomagnética, sino que el campo magnético solar también desempeñan un papel muy importante!


[R4]

Vamos a intentar aclararlo. Estas son las 3 condiciones para que se vuelva a producir un nuevo evento Carrington:

1) Que cuando suceda, apunte a la Tierra.
2) Que la velocidad de la eyección de partículas sea muy alta (lo cual es correlativo a un alto grado X de tipo de tormenta). La velocidad del evento Carrington fue aproximadamente de 1900 km/s.
3) Que el campo magnético interplanetario, esté orientado electromagnéticamente hacia el sur, lo cual “abre” nuestra magnetoesfera terrestre, y permite que pase el plasma solar.



http://www.fas.org/irp/agency/dod/jason/spaceweather.pdf



1972

La era espacial ha sido testigo de una serie de eventos importantes de clima espacial, que proporcionan nuevas perspectivas sobre clima espacial extremo. Un primer ejemplo es el caso del mes de agosto de 1972, que vio: (a) la más rápida eyección de masa coronal CME, respecto al registro de tiempo de tránsito (llega a la Tierra en sólo 14,6 horas después de salir del Sol [Cliver y Svalgaard, 2004] (b) la más intensa radiación de tormenta de la era espacial reciente [Barnard y Lockwood, 2011] y (c) la magnetopausa fue comprimida a menos de 20.000 kilómetros de la Tierra (en comparación con la habitual de 60.000 kilometros) [Anderson et al., 1974]. Aún así, sólo hubo una tormenta geomagnética moderada (Dst ~ -120 nT). (Dst es una métrica geomagnética medida en nano-Tesla).

Con el conocimiento científico que tenemos de 40 años acumulados, es probable que este evento, fuese similar al evento Carrington, pero con un campo magnético interplanetario hacia el norte (IMF). Así, el rápido CME generó una intensa tormenta de radiación y comprimió la magnetosfera, pero depositó sólo una pequeña cantidad de energía en la magnetosfera (probablemente a través de la reconexión magnética en la magnetopausa de alta latitud, un efecto que ahora se sabe que se producen durante las IMF norte [por ejemplo, ver Dunlop et al., 2009]). Este evento debe ser considerado como un evento fallido casi severo, cuya impacto real fue mitigado por una combinación de IMF norte, y por la tecnología contemporánea resistente.

[R1]



1986

La actividad del Sol, está intrínsecamente relacionada con el número de manchas solares que aparecen en cada año, lo cual sigue un ritmo cíclico de 11 años. Los puntos amarillos y marrones en la imagen de abajo, representan tormentas solares intensas, y podemos ver que suelen producirse en momentos álgidos o al final de un ciclo


Sin embargo, no podemos aseverar a ciencia cierta, que si nos encontramos en los años de mínimo de un ciclo, nos encontramos en “un año seguro”, porque es imposible que se produzca en dicho año, una GRAN llamarada solar. 1986 es un ejemplo de lo contrario, y demuestra que es poco inteligente enfocar las acciones preventivas, únicamente a solo aquellos 4 o 6 años de máximo solar.


https://www.txarmymars.org/downloads/Solar-Superstorms.ppt

El 6 de febrero 1986, un repentino comienzo de una tormenta (magnética) comenzó alrededor de las 13:12 UTC según lo registrado por el Observatorio Magnético del College, Alaska. Al día siguiente, la primera de una serie de importantes perturbaciones magnéticas terrestres, llegaron con tal intensidad que estos registros del magnetograma, en el formato habitual, se presentaban casi ilegibles, por las salidas fuera de la escala, de las variaciones magnéticas. Después de una breve recuperación, el 8 de febrero otra intensa tormenta magnética produjo una variación máxima H (componente del campo horizontal) de 6110 nT, el mayor valor jamás registrado en esa estación. La tormenta fue la mas grande registrada desde 1960, y las octava más grande desde 1932 (Allen, 1986).

Además de la excepcional magnitud de la tormenta, otros dos factores hacen que esta tormenta, sea particularmente inusual: (1) se produjo cerca del mínimo de ciclo de la actividad solar, y (2) al parecer fue causado por erupciones que pueden ser descritas como moderadas a grandes, pero aun así, mucho más pequeñas que las más grandes llamaradas que el Sol es capaz de producir. La pregunta esencial que debe ser abordada para la plena comprensión de la pertinente física es: ¿por qué una serie de llamaradas de clase <= X3, como los eventos ocurridos durante febrero de 1986, produjeron una tormenta geomagnética importante cuando a menudo, una sola llamarada mucho más grande, posea una mayor energía integrada?

http://articles.adsabs.harvard.edu//full/1987SoPh..109..119G/0000119.000.html


Es típico en la mayoría de las noticias periodísticas, que se resalte mucho el hecho de que actualmente nos encontrarnos en un año de máximo solar, como si fuera éste año o el que viene, los que más hay que temer. Y sin embargo no es así, o no tiene por qué ser así. La gran tormenta solar de 1921, es otro ejemplo de año cercano al mínimo solar. Si hoy en día, nos encontrásemos un análogo mínimo solar como el de 1921, seguramente no encontrarías tantas noticias advirtiendo del peligro que pueden suponer las tormentas solares. El tema no estaría “de moda”.


http://digitalcommons.unl.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1003&context=usafresearch



1989

Como ya se indicaba anteriormente, la tormenta solar acontecida el 13 Marzo de 1989, si tuvo graves consecuencias. Nos hizo despertar de la teoría del “peligro potencial”, a la realidad del “daños dolorosos y costosos”. Desencadenó una caída de la red eléctrica en una gran región de Canadá, siendo invierno con temperaturas bajo cero.


Las partículas cargadas de la tormenta provocaron un fuerte impulso magnético que ocasionaron una caída de tensión, en cinco líneas alta tensión del sistema eléctrico Hydro-Quebec en Canadá. En solo 90 segundos, los equipos automáticos de compensación de voltaje fallaron, lo cual resultó en una pérdida de generación de 9.450 MW. Con una carga aproximada de 21.350 MW, el sistema no pudo soportar la pérdida de generación y se derrumbó. Toda la provincia de Quebec - seis millones de personas - tuvieron un apagón durante aproximadamente nueve horas. La tormenta geomagnética también provocó la destrucción de un gran transformador elevador de voltaje, en la central nuclear de Salem, en Nueva Jersey, así como otros 200 fallos en el sistema eléctrico de América del Norte. Durante esta "supertormenta" geomagnética, las auroras se observaron hasta en el sur de Florida, Texas y Cuba.

http://www.wunderground.com/blog/JeffMasters/comment.html?entrynum=1205






Todo lo visto hasta ahora ha sido un repaso histórico, sin análisis futuros. Es muy probable que con tantos casos acontecidos, y todos distintos, te cueste mucho sacar una conclusión clara, así que te propongo 3 sencillas preguntas y sus posibles respuestas:

¿Estamos preparados si ocurre una nueva tormenta solar igual a la de 1989? Si. Se han tomado medidas preventivas desde entonces, y aunque es probable que ocurriesen averías, las consecuencias serán parecidas a las de 1989.

¿Estamos preparados si ocurre una nueva tormenta solar igual a la de 1921? No. Sufriríamos daños muy graves, con meses a años como tiempo de recuperación total.

¿Estamos preparados ante un nuevo Evento Carrington? Evidentemente no.

La siguientes secciones, intentan soportar las respuestas dadas.





EL MAXIMO PELIGRO NUCLEAR

Esta es quizás la parte más polémica de este post. ¿Puede una gran tormenta solar, provocar decenas de Fukushimas? Un autor de un extenso informe de 197 páginas (que luego analizaremos) así lo indica en esta noticia:

Y luego está la preocupación nuclear. "Cientos de Fukushimas", dice John Kappenman, un ingeniero eléctrico que ha pasado décadas estudiando la vulnerabilidad de la red eléctrica de EE.UU. a la actividad geomagnética. Los reactores nucleares se apagarían, y, finalmente, se fundirían debido a que sus sistemas de agua de refrigeración necesitan de electricidad para que continúen operando las grandes bombas, que son necesarias para el enfriamiento de las vasijas de los reactores y las piscinas de combustible gastado. "Me gustaría poder pintar un cuadro rosa, pero este es el tipo de consecuencia desastrosa, acerca de las cuales tenemos que ser honestos y tratar de hacer lo que podamos para evitarlo"

http://www.earthmagazine.org/article/dangers-solar-storms-which-gives-power-can-also-take-it-away


Hace apenas un año, fue enviada una carta desde el Observatorio del Clima Espacial, al Defensor del Pueblo Europeo, apuntando también en esa dirección. He aquí un extracto de la misma:


http://www.nuevatribuna.es/media/nuevatribuna/files/2012/11/04/carta-defensor-del-pueblo-europeo_inexistencia-planes-de-seguridad-emp-134-reactores-nucleares-europa.pdf



Al mismo tiempo proponen que cada persona envíe una carta individual, para hacer mayor presión:

https://www.facebook.com/notes/observatorio-del-clima-espacial/carta-individual-al-defensor-del-pueblo-europeo-inexistencia-de-planes-de-seguri/286089271490969

Esta noticia resume todo el asunto.

http://www.nuevatribuna.es/articulo/medio-ambiente/134-reactores-nucleares-europeos-en-riesgo-en-caso-de-evento-emp-por-tormenta-solar-extrema/20121102130324083502.html


La carta no solo es una mera queja formal, sino que aglutina muchos enlaces relativos al respecto, y propone soluciones. La más importante de todas, la indicamos a continuación:


A tenor de todas las preocupantes noticias que nos llegan desde Fukushima (como perfecto ejemplo de una central nuclear no refrigerada), y en base a lo anteriormente expuesto, creo que es plenamente justificable, enfocar a las tormentas solares, como el mayor peligro posible de las centrales nucleares, sin poder salir del paso al menos 3 meses.

Es otra preocupación más a añadir, a todas las inherentes de la ya de por si peligrosa y contaminante energía nuclear.





COMPRENDIENDO CUAN SEVERA PUEDE SER UNA TORMENTA SOLAR

Si algo pretende este post, es reunir la mejor (y más seria) información de referencia disponible sobre este asunto de las tormentas solares.

Soy consciente de que este tipo de información, genera en algún lector con poco interés científico, la típica reacción de burla como “otro Apocalipsis más ¿para 2012? Ah no, que ya pasó”, pero éste es un tema ampliamente estudiado científica y técnicamente hablando, como veremos a continuación. Hasta ahora lo mostrado, ha sido básicamente una recopilación histórica.

Las tormentas solares, afectan seriamente a muy distintos tecnologías, como puedan ser satélites, aviación, las señales de navegación por satélite (que incluye estabilización de plataformas petrolíferas), teléfonos móviles y más. Sin embargo la única tecnología amenazada que vamos a tratar aquí, son las redes eléctricas, ya que son el corazón de muchas más infraestructuras y servicios. Las tormentas geomagnéticas que provocan las tormentas solares, inducen un determinado voltaje en cada kilómetro de cableado de una red eléctrica. Cuantos más kilómetros de cableado exista, mayor sobrecarga de tensión convergerá en el punto final del mismo, es decir, en los transformadores.

Si usted es un sencillo ciudadano, que quiere informarse un poco más allá de este post-resumen (créame, que esto es solo un resumen) puede leerse el siguiente libro disponible en pdf.

La Gran Tormenta Solar. Rafael García del Valle (2011)

http://www.amanecer2012.com/wp-content/uploads/2011/09/La-gran-tormenta-solar2.pdf

Si en cambio, es usted alguien con mucha curiosidad sobre este tema, o alguien cuyo trabajo está directa o indirectamente relacionado con las redes eléctricas, debería leerse estos tres excelentes informes, más un artículo corto, seleccionados entre otros muchos. Las reseñas [R1], [R2], [R3], o [R4] han sido y serán indicadas, al mostrar una cita extraída de estos informes.

[R1] Extreme space weather: impacts on engineered systems and infrastructure. Paul Cannon. Informe de la UK Royal Academy of Engineering. 70 páginas.

[R2] Geomagnetic Storms and Their Impacts on the U.S. Power Grid John Kappenman. Metatech Corporation. 197 páginas.

[R3] Severe Space Weather Events--Understanding Societal and Economic Impacts
Informe de la Academia de Ciencias Americana (fundada por la NASA). 144 páginas.

[R4] Research on Historical Records of Geomagnetic Storms G. S. Lakhina, S. Alex, B. T. Tsurutani, and W. D. Gonzalez


Aquí, solo vamos a extraer algunos puntos interesantes de estos largos y trabajados informes.

Por ejemplo. Anteriormente nos preguntábamos ¿cual tormenta solar, fue más severa, la de 1989 o la de 1921? (sobretodo en términos de voltajes inducidos por kilómetro), y que pasaría si se volviera a repetir alguna. Un extracto del informe R2 en la página 1-30, nos da la respuesta sin dejar lugar a dudas. Por poner un contraejemplo de falta de rigor, una reciente noticia del periódico 20minutos, aunque muy completa, mete la pata al hablar de Quebec como “la mayor tormenta geomagnética registrada en la Tierra en 130 años”.



Como los campos geo-eléctricos y las resultantes corrientes inducidas GIC, son causados por la velocidad de cambio del campo geomagnético, uno de los más significativos métodos para medir la severidad de las perturbaciones del campo geomagnético, es la magnitud del cambio por minuto del campo geomagnético, medido en nanoteslas por minuto (nT / min). Por ejemplo, la intensidad de la perturbación regional que desencadenó el colapso de Hydro-Quebec el 13 de marzo 1989, sólo alcanzó una intensidad de ~ 480 nT / min. También se observaron un gran número de impactos del sistema de potencia en los Estados Unidos para intensidades que oscilan desde 300 hasta 600 nT / min durante esta tormenta. Sin embargo, el tasa de cambio más severo observado en el campo geomagnético durante esta tormenta, alcanzó un nivel de ~ 2,000 nT / min en el Báltico inferior.

La última vez que hubo una perturbación con tal intensidad de 2,000 nT / min sobre América del Norte, se observó durante una tormenta del 4 de agosto 1972, cuando la infraestructura de la red de electricidad, era la mitad de su tamaño actual. Un análisis en el fallo de un cable de telecomunicaciones AT & T (L4) en el norte de Illinois, indicó una intensidad de perturbación en una región, de ~ 800 nT / min causado por un campo geo-eléctrico de al menos 7 V / km.

El 13-14 de julio de 1982 se observó una alteración dB / dt de > 2,000 nT / min sobre el centro y el sur de Suecia. Un pico coincidente de 9,1 V/km era observado durante esta tormenta, en el centro de Suecia en los circuitos de comunicación del ferrocarril. Observaciones similares en esa región de 20 V/km, se produjeron durante una tormenta de mayo 1921, lo que sugiere que la tasa máxima de variación de ~ 5,000 nT / min es posible. Este nivel de perturbación es casi 10 veces mayor que los niveles que precipitaron los impactos en el sistema eléctrico de América del Norte el 13 de marzo de 1989.

Mientras que los conductores en la magnetosfera, y las conductividades profundas en la Tierra que conforman la respuesta del campo geo-eléctrico, no han cambiado significativamente durante este período de tiempo, las infraestructuras del sistema de eléctrico, han experimentado cambios dramáticos en tamaño y complejidad. Una repetición de las históricas grandes tormentas, incluso como la reciente tormenta de 1982, podría tener hoy resultados completamente diferentes en términos de impacto sobre los sistemas eléctricos.


Otra de las conclusiones más interesantes de este detallado informe [R2], es el simulacro calculado que se hace sobre el número de transformadores que resultarían dañados, si volviese a ocurrir una tormenta tipo 1921, con corrientes inducidas muy superiores a las que quemaron el transformador de la central nuclear de Salem. El resultado calculado fue de 216 transformadores destruidos a la par.



Comprender el enorme impacto de perder 216 transformadores de golpe, es fácilmente entendible, con solo saber que los estos caros componentes solo se fabrican bajo pedido, tardando aproximadamente un año, y que por último, necesitan del normal funcionamiento de las infraestructuras para su transporte.


Un gran apagón, como resultado de un severo clima espacial o un severo clima terrestre, tiene el potencial de afectar a prácticamente a todos los sectores de la sociedad: las comunicaciones, el transporte, la banca y las finanzas, el comercio, la manufactura, la energía, el gobierno, la educación, la atención sanitaria, la seguridad pública, los servicios de emergencia, la comida y el agua, y el saneamiento (Figura 7). La gravedad de los impactos depende de una serie de variables, incluyendo la duración de la interrupción.

Los impactos socioeconómicos de un corte del suministro a largo plazo, que requiere la sustitución de un daño permanente transformadores, podría ser extenso y serio. Según una estimación realizada por el MetaTech Corporation, el costo total de largo plazo apagón, de área amplia causada por un clima espacial extremo caso podría ser de hasta 1 billón de dólares 2 billones de dólares durante el primer año, y requeriría para una recuperación completa de 4 a 10 años, dependiendo de la magnitud de los daños. En comparación, el costo total para Estados Unidos del apagón importante de agosto del 2003 no relacionado con el clima espacial que afectó a 50 millones de personas en el noreste de Estados Unidos y Ontario, se estima que ha sido entre 4.000 millones de $, y 10.000 millones de $.


[R3]





¿CUAL ES LA PROBABILIDAD DE UN NUEVO EVENTO CARRINGTON?


https://txarmymars.org/downloads/Solar-Superstorms.ppt

La siguiente figura muestra gráficamente que las tormentas solares son algo muy frecuente, pero con distinta probabilidad según su intensidad. Se ratifica que la tormenta solar de 1989, fue una de tantas de clase X media o baja, que es mucho más probable que una de clase X+.


En particular, la gran llamarada solar X22+ del 2 de abril de 2001, fue 30 veces mayor que la de marzo de 1989, pero se encontraba en la parte oeste de la extremidad del Sol, y las eyecciones resultantes no fueron dirigidos hacia la Tierra, y sólo proporcionaron un pequeño golpe de refilón a su llegada a la Tierra.

[R2]

El siguiente texto es la clave del título que lleva este post. Si se acepta que el evento Carrington tiene una probabilidad de uno cada 100 años, eso no significa que “ya toca”. Sencillamente hay que hablar de porcentaje de riesgo aceptado de que ocurra en una década. Entonces el 5% que hemos puesto por título, en realidad se queda corto. Podría ser el 10%.


Si miramos la figura inferior izquierda, y si tomamos como aceptable un nivel de riesgo del 10%, cualquier sistema diseñado para un tiempo de vida de más de 8,25 años, necesita considerar el riesgo de que ocurra un evento severo de clima espacial, similar al que Carrington observó.

[R1]





CONCLUSIONES

Actualmente, en la era de la información, ocurre paradójicamente que este tema de las tormentas solares, es casi siempre mal interpretado.

Hoy en día, existen infinidad de estudios científicos muy cualificados, que describen en gran detalle a las tormentas solares, y algunos además no solo buscan el conocimiento en si, sino la implicación de las autoridades estatales, en pos de una puesta en marcha de un plan de acciones preventivas.

Sin embargo, entre parte de la población que ya conoce el tema, se trata con desdén. Cada cierto tiempo, aparecen noticias en prensa sobre tal mancha solar, y sobre la actividad del Sol, y aunque no se trate de noticias sensacionalistas ni tremendistas, pasados unos días siempre pasa lo mismo: nada. Nunca realmente hemos sido testigos de nada catastrófico. Entonces es completamente lógico que muchos traten el tema con burla apocalíptica, como si fuera algo no científico (cuando es justo al revés).

Surge muy a menudo en algunos, una mofa despectiva de “se va a acabar el mundo” que anula precisamente ese apoyo y exigencia institucional, para que se lleve a cabo, todo lo que esté en nuestra mano a nivel preventivo. Es como reírse de un vecino que persiga hacerse un seguro antiincendios de la casa. Y sin embargo uno paga un seguro antiincendios, con toda la buena esperanza, de no tener que dar nunca cuenta de él.

Visto todo lo visto, aún me atrevo a recomendarles un último video que puede proporcionarles una visión muy completa sobre todo este asunto, y que puede introducir a gente que no conoce nada de esto. Es una especie de curso acelerado, con frases tan acertadas como “es la única catástrofe natural que solo afectaría al primer mundo”, o “es justo lo contrario de las películas de Holywood.  Todo el mundo sobrevive, pero no hay recursos” . Sinceramente creo que merece la pena verlo, sabiendo además que el enlace original en youtube de quien lo subió primero, lo han cancelado.



Frente a este tema tan abrumador de las grandes tormentas solares, lo mínimo que uno debería hacer es imprimirse y estudiar este “Decálogo de prevención”, y sobretodo aprender técnicas para saber potabilizar agua fácilmente (aunque sea la contaminada agua del Manzanares):


https://www.facebook.com/note.php?note_id=123154387784459

https://www.facebook.com/ClimaEspacial






Si algo hemos pretendido con este post, es reunir y hacer una buena selección informes y links de referencia y de utilidad sobre este asunto, persiguiendo un incremento del conocimiento “de 0 a 100”, y sobretodo poner toda la carne en el asador, respecto a la NULA PLANIFICACION, y gran peligrosidad que entraña la energía NUCLEAR (una vez más), máxime sabiendo que somos frontera de un país con 59 reactores nucleares. Si es cierto (como todo apunta) a que puede llegar un fatídico día en el que surjan 50 Fukushimas, con un 5% de probabilidad, y esto no nos preocupa, no sé que otra cosa puede preocuparnos.

Tras los 4,5 mil millones de años de historia del planeta Tierra, solo llevamos estudiando las variaciones en el Sol (manchas solares que aparecen y desaparecen cada 11 años) desde 1755, y solo llevamos unas pocas décadas de era espacial, en que hemos hecho un estudio detallado mediante satélites, de la llamada meteorología espacial, que pretende anticipar y prevenir las gigantescas erupciones de partículas cargadas, conocidas como eyecciones de masa coronal. Nunca durante esta corta era espacial, hemos padecido una verdadera supertormenta solar. Mientras tanto, "seguimos construyendo casas en el antiguo cauce de un río", porque ningún año pasa nada, y hasta nos reímos de ese abuelete que nos advierte de que estamos en zona de peligro.


Todos los expertos están de acuerdo en que una supertormenta solar volverá a ocurrir. Lo que nadie sabe es si será dentro de 100 años, o dentro de 100 días.

A veces un buen resumen, puede ser una frase tan corta como ...

“¿Sabes que una llamarada solar, puede hacer que no funcione tu inodoro?”

"En cierto sentido, estamos jugando a la ruleta rusa con el Sol" John Kappenman



http://sohowww.nascom.nasa.gov/gallery/bestofsoho.html