Blog con el ideal de ofrecer información de base (atemporal) sobre tres temáticas claves: 1) el imparable crecimiento de las energías renovables como único camino posible hacia un sistema energético sostenible 2) el ahorro y la eficiencia como parte fundamental de ese camino 3) la dificultad cada vez más actual del cambio climatico y del pico del petróleo o seguridad energética.

jueves, 6 de septiembre de 2012

EL TABACO NO PROVOCA CANCER

El primer emperador de China, Qin Shi Huang (siglo III a.C.), fue un tirano que aparte conseguir la unificación de los 7 grandes estados que forman la actual China (Qin se pronuncia Chin) también tiene en su haber histórico, la “creación” de la gran muralla china (“creación” gracias al trabajo de 700.000 esclavos), y de ser el artífice del famoso mausoleo enterrado, con los 7000 soldados de terracota. Pero además, también sabemos otro hecho histórico. Con el fin de evitar la comparación de su terrible reinado con el de épocas anteriores, ordenó una de las primeras quema de libros de la historia, libros con el saber acumulado durante siglos anteriores, salvándose solo aquellos relativos a la astrología, la agricultura, la medicina y la adivinación.

Cuando un ser humano, tiene como ambición llegar a dominar todo el mundo conocido en su época, y logra alcanzar dicha meta, entonces es probable que se plantee, una única aspiración más por conseguir. Tanto Gengis Kan (que reinó de 1206 a 1227 d.C.), como Qin Shi Huang, ordenaron a los sabios de su época, que le proporcionaran alguna poción mágica, para alcanzar la inmortalidad.

El monje taoísta Qiu Chuji, no tuvo miedo de ser honesto al decirle al mismo Gengis Kan, que no existía tal medicina secreta, aunque si existían algunos métodos para alargar algo la vida. Pero en el caso del emperador Qin Shi Huang, Qin Shi Huang, estaba tan obsesionado con conseguir la inmortalidad, y siendo como era, tremendamente violento y paranoico (a causa de diversos intentos de asesinato), nadie se atrevió a negarle la existencia del elixir de la vida. Entre tanto le recomendaron que tomara unas píldoras a base de mercurio, que en la época era considerado un material mágico, e incorruptible. En vez de alargarle la vida, este hábito le provocó una locura creciente, y la muerte a los 49 años de edad.

Quería contar esta historia, como un ejemplo claro de que la mayoría de las intoxicaciones no deliberadas, son poco a poco, a través de los años, donde el cuerpo no siente nada durante la intoxicación. El tóxico parece inocuo en cantidades muy pequeñas, pero repetido tras varias décadas, si finalmente la carga tóxica en el cuerpo es suficientemente alta, la enfermedad aparece. ¿Que hubiera pasado si Qin Shi Huang, se hubiera sentido mal tras tomar las primeras píldoras de mercurio? Las hubiera dejado en seguida, y hubiera mandado ejecutar a sus “sabios consejeros”. Si este ejemplo, te parece muy lejano, la historia de los combatientes de Vietnam es de ayer mismo. ¿Como podrían haber sabido los soldados (sabido a través de su cuerpo), las múltiples enfermedades que les iba a ocasionar manipular el agente naranja, sin ni siquiera alguna protección? ¿Qué hubieran hecho si desde el primer día de manipulación, hubieran caído enfermos, o estuvieran muy débiles?  Decimos muy a menudo: "...y de repente, le dio un cáncer".   Pero no hay un "de repente".  Hay una linea continua y decreciente, entre la plena salud y la aparición de la enfermedad.



Respecto a los anhelos de inmortalidad, la naturaleza es muy sabia, en el hecho de que a todos nos llegue la inevitable muerte. Me explico. Es muy probable que lo más predominante del proceso de envejecimiento, sea algo relativo a una “programación genética”. Un perro vive 5 veces menos años que un ser humano, pero una gran tortuga puede vivir dos siglos. Y en la misma dirección genética, existe una terrible enfermedad llamada progeria. Es una enfermedad de la infancia extremadamente rara y estrictamente genética, caracterizada por un envejecimiento brusco y prematuro en niños entre su primer y segundo año de vida, y cuya esperanza de vida, tan solo alcanza los 13 años en promedio.



Si la ciencia descubriera alguna terapia para esta dura enfermedad, y que estos niños lograran tener una esperanza de vida más o menos normal (actualmente se está probando la misma sustancia que se usa en los trasplantes, sustancia que provino de la famosa Isla de Pascua), si se consiguiera esto, seguramente puede que también se lograse, un entendimiento parcial de todo el proceso de envejecimiento. De hecho, esto mismo, ya se está empezando a conseguir:

Un estudio abre la puerta a la posibilidad de regular la velocidad de envejecimiento

Pero de la buena causa de intentar curar una enfermedad infantil, podríamos llevarlo hacia un terreno, un tanto “caja Pandora”. Imaginemos que algún día, se lograra de alguna manera, parar casi en seco el proceso de envejecimiento (un gran anhelo egocéntrico de la humanidad), y que con ello se pudiese alargar la vida significativamente, hasta por ejemplo los 240 años de edad (multiplicar por 3 la esperanza de vida). Imaginemos que esto, que ahora es totalmente imposible, se consigue. La película “La muerte os sienta tan bien” juega con dicha hipótesis, en una brillante comedia.

En realidad, este “supuesto gran avance” podría ser terrible (dejando aparte los aspectos éticos), ya que entonces es muy probable, que un grupo selecto de personas con suficiente dinero y poder, comprase el descubrimiento en exclusiva (es decir, que quien quiera acceder a esta nueva larga vida, tendría que pagar X millones de dólares), y en menos de uno o dos siglos, es muy probable que paulatinamente se produjera una dominación (pongamos económica) de todo el planeta, por parte de este selecto clan, o bien de sus descendientes. Es por esto que afirmaba antes, que la naturaleza es muy sabia, y aunque sé que todo esto suena mucho a conspiratorio, no me gustaría vivir en una supuesta época, donde se resolviera la veracidad de este pensamiento hipotético.




Pero dejando aparte estos planteamientos tan profundos, en la actualidad se está produciendo una quiebra de esa ley (hasta ahora siempre ensalzada), de que la esperaza de vida no parado de crecer desde la segunda guerra mundial, y que por lo tanto, se presupone que un niño nacido hoy, tendrá una esperanza de vida mayor que la de sus padres. Ya que en la esperanza de vida intervienen cientos de factores (entre ellos, la tasa de suicidio), aquí no se puede nunca afirmar categóricamente, causa y efecto. Sin embargo, fijémonos en el curioso caso de EE.UU. mirando hechos recientes de este país, que pueden ser demostrados con gráficas.

La esperanza de vida en EE.UU. está muy claramente diferenciada por zonas (que cuanto menos, es un indicador), y en los últimos años 2000-2007 se ha reducido algo la media global de todo el país, a pesar de ser uno de los países que más dinero gasta per cápita en Sanidad.



Falling behind: life expectancy in US counties from 2000 to 2007 in an international context

En este estudio utiliza la siguiente fórmula de medición: Si un condado tiene una esperanza de vida en el año 2000, que está más cerca de la expectativa de vida promedio de los 10 países líderes en esperanza de vida de 1980, entonces se dice que este municipio está “20 años por detrás de la frontera internacional”.

Otro hecho demostrable con gráficos, es que la obesidad ha crecido dramáticamente en los EE.UU. desde 1990 a 2010 donde la incidencia de un Índice de masa corporal de 30, no ha parado de aumentar.



http://www.cdc.gov/obesity/data/adult.html

Y si miramos el mapa para la diabetes, resulta ser muy parejo al de la esperanza de vida (igual que el de la obesidad). Esto no es nada sorprendente. Dos importantes componentes para calcular el mapa de la esperanza de vida, son la diabetes y la obesidad.



http://apps.nccd.cdc.gov/DDT_STRS2/NationalDiabetesPrevalenceEstimates.aspx?mode=DBT

Hasta ahora solo hemos mostrado información interesante, pero no reveladora. Sin embargo la cosa cambia con la siguiente gráfica. La diabetes es una de las primeras enfermedades reconocidas desde la antigüedad, pero esta gráfica muestra un brote epidémico desde el año 1958. Esta gráfica es posible gracias a que existen datos históricos sobre la diabetes, cosa que no ocurre con la obesidad.



http://www.cdc.gov/diabetes/statistics/slides/long_term_trends.pdf

Así que uno ve esta tremenda escalada, y lo primero que piensa es ¡Pobres estadounidenses! ¡Obesidad, y diabetes!  Tiene que haber una causa primordial, pues partían de una sociedad sana. Partían de un ínfimo porcentaje de un 1% en 1958, y la gran escalada apunta a que debe haber componentes exógenos, que van mucho más allá de las causas siempre aducidas sobre las características del individuo, como sobrepeso, si hace o no deporte, o por la genética.



Es de sentido común, que estas tres causas, si que englobasen la mayoría de los casos de diabetes, cuando constituían un 1% de la población, o si se quiere un 2%. Pero el cambio experimentado es una exponencial, y es imposible revertirlo. ¿Se puede volver a 1958? ¿Es posible volver al 1%? Por mucho que hipotéticamente se obligase por ley a toda la población, a hacer deporte durante una hora al día, no se reduciría ni siquiera a la mitad.

Lo visto hasta aquí, son HECHOS, con independencia del pensamiento de cada uno. Si un medico en 1958, hubiera visto esta “gráfica futura”, no la hubiera creído posible. Y ¿Cuál es el futuro que les espera a los estadounidenses? ¿Cuál será el máximo porcentaje “cima” donde parará esta escalada?

Y aquí lanzamos una primera acusación (y aquí es donde entramos en las “arenas movedizas”), a pesar de que como veremos, solo hablaremos de estudios científicos.


El siguiente artículo de La Vanguardia, informa de cómo un estudio epidemiológico concluye que la acumulación de contaminantes triplica el riesgo de diabetes en España. Los enfermos diabéticos tienen el doble de compuestos orgánicos persistentes. La incidencia de diabetes es nueve veces superior, en las personas con obesidad y niveles más altos de PCB.

Quiero apuntar aquí la definición de Estudio epidemiológico, que hace la Wikipedia:

“La epidemiología los aplica para encontrar las causas que determinan la enfermedad o los factores de riesgo que hacen más probable que una persona se enferme, o bien para determinar los factores protectores o terapéuticos (como los fármacos) que permiten sanar a la persona o prevenir la enfermedad.”



También se apunta “Más de 90 estudios en todo el mundo han detectado ya la relación entre contaminantes y diabetes. Y además, algunos de esos estudios han demostrado que la relación es causal”, añade Miquel Porta, investigador del IMIM y catedrático de la UAB. "Estamos ante una enfermedad multicausal. Pero si una persona que hace ejercicio y tiene un peso normal desarrolla diabetes, lo más probable es que ésta se deba al cóctel de contaminantes que tienen en su organismo”

Siguiendo el hilo de de esos “90 estudios” a los que se refiere Porta, a continuación indicamos uno de ellos (también publicado en 2012) que haciendo referencia a otros estudios anteriores, donde se afirma el claro factor de riesgo existente entre COPs (contaminantes orgánicos persistentes) y diabetes.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3272548/

A la inversa, a continuación tienes un inmenso listado de estudios epidemiológicos de contaminación por COPs acontecidos por todo el planeta, y las enfermedades aparecidas:

http://ntp.niehs.nih.gov/ntp/ohat/diabetesobesity/Wkshp/POPsAppendixEpiTableFormatted.pdf

Y llegados a este punto, la siguiente pregunta que surge es ¿Cuál es el índice de prevalencia de diabetes en nuestro país?

Pensábamos antes ¡pobres estadounidenses!, pero es que nosotros ¡estamos bastante peor, el doble de peor! Bueno, no exactamente el doble, porque ellos van por una prevalencia de al menos un 8,3%. En España, en una campaña de detección de hace 10 años, ya entonces se tenía un último estudio con un 10% de prevalencia. En la actualidad, un reciente estudio confirma un 13,8% de prevalencia.

Si nos remontamos tan solo dos décadas atrás (en 1992, lo poco que hay registrado), se observa que nuestra escalada en la diabetes, comienza con un 5,6% de prevalencia.



http://www.revespcardiol.org/sites/default/files/elsevier/pdf/2/2v129n09a13109554pdf001.pdf

Se echa de menos no tener más datos históricos, para poder verificar, si igualmente 40 o 50 años atrás, también teníamos una población con solo un 1% o un 2% de diabetes, lo cual es lo que creo.

Todavía más preocupante es la situación de muchos países de Oriente Medio, con un crecimiento incontrolado. Uno de ellos es por ejemplo Arabia Saudí, que ha tenido una enorme progresión, en tan solo una década. Ya en 2004, se encontró una prevalencia del 23,7% sobre una consulta de 16917 personas.

http://repository.ksu.edu.sa/jspui/bitstream/123456789/2986/1/Diabetes%20mellitus%20in%20Saudi%20Arabia.pdf


http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21245594

¿Y que pasa en el resto del mundo? Pues más de lo mismo. La diabetes mundial se ha duplicado desde 1980. En este estudio se aduce que un 70% de este crecimiento es debido al envejecimiento, y el otro 30%, a factores de riesgo como la creciente obesidad. No obstante, esto no responde a la cuestión de por qué está creciendo tanto los porcentajes en niños y adolescentes, y sobretodo no responde a mi pregunta. Porque la pregunta importante no consiste en fijarnos en cota tan alta de diabetes alcanzada. La pregunta importante es ¿cómo era antes posible, un 1%?. Aunque la esperanza de vida de EE.UU. en 1958 fuese solo 62 años, la prevalencia actual calculada solo para personas de hasta 62 años, supera inmensamente el 1%.

“En Japón, la incidencia de diabetes tipo 2 en los niños casi se duplicó de 7,3 por 100.000 entre los años 1976 y 1980, a 13,9 por 100.000 entre 1991 y 1995. En Taiwán, la incidencia ha resultado ser 8,3 y 12,0 por 100.000 para los varones y niñas, respectivamente. En los aborígenes de las Primeras Naciones Canadiense, se ha informado de una prevalencia del 4% de diabetes tipo 2, entre las chicas adolescentes. En los niños indígenas australianos, hubo un aumento de dos veces, en la prevalencia de diabetes tipo 2 a un 1,3% durante el período de cinco años comprendido entre 1989 y 1994.”

http://www.idf.org/position-statement-type-2-diabetes-young-people

Toda la información a nivel mundial sobre la diabetes, está muy desactualizada. Voy a poner un ejemplo. El siquiente artículo que intenta alertar de la pandemia, y que está fechado en Noviembre de 2009, utiliza datos y gráficos de la OMS de 2004, y dice textualmente: “La OMS estima que más de 180 millones de personas de todo el mundo tienen diabetes. Las estimaciones apuntan a que probablemente sean más del doble para el año 2030” En realidad estas estimaciones hechas en 2004 para 2030, ya se han sobrepasado.

La Federación Internacional de la Diabetes, es una de las entidades que mejor trabaja en el sentido de mostrar información actualizada sobre la progresión mundial. Y sin embargo, en su cuarta edición del Atlas de la Diabetes (datos de 2009), enumeraba un total de 285 millones de casos, mientras que su quinta edición del Atlas de la Diabetes de 2011, ya enumera un total de 366 millones de casos, y significas variaciones al alza en los porcentajes de los 10 peores países.




http://www.idf.org/sites/default/files/The_Global_Burden.pdf (año 2009)

http://www.idf.org/diabetesatlas/5e/es/la-carga-mundial?language=es (año 2011)


http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0168822711005912

Vista la progresión de la diabetes mellitus tipo 2, no es desafortunado que haya sido catalogada como la “nueva” epidemia del siglo XXI.

¿Y qué se puede hacer? Por ahora poco, más que informar y estar informado, pero todo esto es bastante desconocido (yo tampoco lo conocía). ¿Debería un telediario mostrar estas “gráficas escaladas” que preocuparían en exceso a la población? La respuesta es, sin lugar a dudas SI, porque lo opuesto sería ocultar una información de INTERES GENERAL y muy seria. Estamos ante una enfermedad señal y alarma. Señal porque está a la vista de todos, y alarma porque es un indicador de algo se ha ido de las manos.

Pero el problema no son los telediarios. El problema es que en la actualidad, dentro de la comunidad médica, es un tabú hablar de la diabetes como ENFERMEDAD AMBIENTAL. Está tan implantado en el conocimiento médico, que las causas o los factores de riesgo de la diabetes, son la herencia, la obesidad y el sedentarismo, que al intentar añadir que también es una enfermedad ambiental (sin contradecir lo anterior), la respuesta más habitual es el escepticismo, a pesar de las cifras en continuo crecimiento, a pesar de los estudios que lo avalan, y siendo lo único que puede explicar esta pandemia.

Pero llegados a este punto, y después de tanto hablar y hablar sobre la diabetes, y sobre su escalada absolutamente desconocida, resulta que es tan solo, uno de los múltiples problemas médicos, a los que se enfrenta actualmente nuestra civilización del siglo XXI.

Diabetes creciente, infertilidad creciente, cáncer creciente, alergias crecientes, sensibilidad química múltiple ... y seguimos sin encontrar una explicación del origen de todo esto. Parece que no queramos encontrar la VERDAD, porque tendríamos que cambiarlo todo.

El interesante e inquietante video mostrado a continuación, es el objetivo principal de este post: que usted lo vea. No deje de verlo porque dure 50 minutos, ya que es una selección de cortes de 5 buenos documentales (yo tardé 5 horas en verlos todos, y otras tantas en seleccionarlos para usted).







MERCADERES DE LA CIENCIA

Hay algo mucho peor, que el desconocimiento absoluto por parte de la población. Y es la desinformación.

Desde que empecé este blog, siempre he buscado un objetivo por encima de todo: encontrar la Verdad.

En mi caso por ejemplo, esto ha de estar siempre por encima de mi propia filia hacia las renovables. Creo que solo son una pequeña parte de la solución; pero no son perfectas; no son siempre defendibles (por ejemplo, biomasa como el hueso de aceituna SI, biocombustibles en países en desarrollo para que sigamos conduciendo NO). Lo que si afirmo es que, casi siempre son, una mucho mejor opción frente a las energías contaminantes de siempre.

Pienso que todo artículo periodístico, debería encabezarse por las palabras: “Prometo buscar la Verdad”. Pero la Verdad siempre ha sido algo muy discutible. Sobretodo siempre lo ha sido, en temas cercanos a la política, y en otros muchos que indirectamente también se le acercan.

Sin embargo la gravedad de la situación actual es tal, que desde hace ya muchos años, la ciencia, el método científico, nuestra querida ciencia ha sido prostituida (y me quedo corto) desde hace ya muchos años. La ciencia parecía estar a salvo de los charlatanes, ya que nos había prometido (dentro de su ámbito) decir siempre la Verdad, gracias a lo siguiente: Algo aceptado científicamente verdadero, promete resultados repetibles, cuando las variables de entradas no cambiaban. Pues ni siquiera esto, se ha salvado.

Como decíamos antes nos movemos en “arenas movedizas”, porque vivimos una época, en que la ciencia ataca a la ciencia, y siempre con el mismo fin, dinero. Buenos científicos, y científicos “sin alma”. Pero los segundos son mucho más ruidosos (impertinentes como unos borrachos que gritan en la madrugada).



Un libro que acaba de publicarse [2010] en EE.UU., Merchants of doubt (Mercaderes de la duda), escrito por los historiadores de la ciencia Naomi Oreskes, de la Universidad de California en San Diego, y Erik Conway, del Instituto Tecnológico de California, puso por primera vez en blanco sobre negro cómo funciona la usina de desinformación científica financiada por lobbys cercanos a las corporaciones de hidrocarburos [se recuerda que de de las 10 más grandes compañías del mundo, 7 son petroleras o automovilísticas].

En sintonía con esa voluntad de frenar el persistente trabajo de desinformación que pone en peligro al planeta, el 7 de mayo pasado alrededor de 300 investigadores de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos enviaron una carta abierta a la prestigiosa revista Science para quejarse de las “amenazas macartistas” de los que niegan el cambio climático.

Y para que quede claro que no se habla de deslices menores, un informe publicado por Greenpeace en marzo pasado reveló que el segundo grupo industrial más poderoso de los Estados Unidos -las poco conocidas “Industrias Koch”- entregó, entre 2005 y 2008, casi 25 millones de dólares a 40 fundaciones negadoras del cambio climático (informe elaborado con 305 referencias).



http://www.greenpeace.org.ar/blog/la-nacion-mercaderes-del-cambio-climatico/703/

http://www.greenpeace.org/espana/es/news/100423-05



Vamos a poner más ejemplos. ¿Te suena el DDT? El DDT es uno de esos COPs (contaminantes orgánicos persistentes) que el científico Miquel Porta encontró en doble concentración en los diabéticos españoles, en su estudio epidemiológico del que hablamos al principio.


Todavía hoy en día, existen páginas que alaban la “bondades” del bioacumulativo y más que probado cancerígeno DDT como medio de control de la malaria en países africanos, estando completamente prohibido en países industrializados. Lo que esta página, no te contará es que por ejemplo lo que apunta la Wikipedia. México, en una estrategia de lucha contra la malaria eficaz, asequible, y no química, tuvo tanto éxito, que la planta de fabricación de DDT mexicano dejó de producir por falta de demanda.

Después de la prohibición del uso del DDT como insecticida en los EE.UU. en 1973, su producción y uso decreció rápidamente en la mayoría de los países industrializados. En 1990 el DDT solo era producido por tres compañías, cada una en Italia, India e Indonesia con una total producción de estimada de unos 30 millones de libras. Y sin embargo, hoy en día, casi todo organismo vivo, contiene restos de DDT. En España el DDT se prohibió hacia 1975-1977 y más de 30 años después todavía lo encontramos en el 88% de la población.

Pero el problema no es el DDT. El problema es que la misma página junkscience.com (es decir, mala ciencia, ellos son la “buena”) también defiende las arenas asfálticas y también defiende el fracking.



“Big Tobaco enseño el camino y hoy la producción de la incertidumbre la practican sectores enteros de la industria porque ésta ha comprendido que el publico no es capaz de distinguir entre la buena y la mala ciencia. Crear la duda, la incertidumbre y la confusión es bueno para los negocios porque esto permite ganar tiempo, mucho tiempo.”

David Michaels



Me imagino un futuro bastante lejano, donde puede que nuestros descendientes se pregunten: ¿Cómo la gente no sabía discernir entre la buena y la mala ciencia, después de tanta mentira fundamentalista del mercado? Se les engañó con el tabaco declarando que no producía cáncer, y al final la verdad se hizo evidente. Se les volvió a engañar con el amianto. Otra vez más con la capa de ozono. Y durante décadas, estuvo la persistente negación del cambio climático. Y en todos estos ejemplos siempre había lo mismo en común: la posible regulación que suponía la merma de los beneficios de una industria ya implantada, o por implantar.

Es cierto que la gente no sabe discernir entre buena y mala ciencia, pero es que la gente no tiene por que saber esto. ¿Por qué se pretende que la gente decida sobre si algo es científicamente verdad o mentira?. Y no estoy hablando de ser pronuclear o antinuclear. Estoy hablando de que es harto común, encontrar en la redes sociales “opinatodos” que afirman y sentencian lo que es verdad y mentira científica.

Yo me considero un simple ciudadano, que no soy experto en algo que no es mi profesión, pero que me gusta estar informado. Sin embargo hoy en día, todo está lleno de mentiras muy bien “adornadas”. Cada día se vuelve más difícil saber discernir. Y ya que nos obligan a tener que estar discerniendo, a las “abejas” (del bien común) de las “avispas” (monetarias) de la ciencia, he elaborado una pequeña lista de cuestiones, para intentar identificar, cuando nos encontramos con buena, o mala ciencia.






Test mercaderes de la ciencia:

Punto 1) ¿Tiene un científico “contactos” con la industria, o trabaja para ella? Demostrar los flujos de dinero es harto difícil (pero ya hemos visto con Industrias Koch que existen, y a todos los niveles). Encontrarás muchas entidades que dicen “sin ánimo de lucro”, pero sin mostrar transparencia de financiación. Aunque no se tenga la demostración del pago de A a B, es importante preguntarse ¿A quien beneficia todo esto? ¿Hay intereses económicos, en que aquello en que trabaja ese científico? Si hay intereses económicos, esto en no demuestra nada per se, pero en toda mala ciencia, siempre hay un mismo origen, el vil metal. ¿Qué crees que dirá una persona sobre algo, si su actividad DEPENDE (palabra clave) económicamente de ese algo? Es muy probable que solo escuches elogios hacia su “objetivo”. Cuanto menos, su discurso será sesgado. Y mucho más allá. Alguien que tenga el más mínimo “contacto” con la industria, nunca debería formar parte de una Agencia de Regulación, cosa que ocurre en la actualidad muy a menudo.

Punto 2) ¿Le has pillado en una sola mentira? Decir que un científico miente es una acusación muy grave. El personaje en cuestión, nunca va a reconocer que miente. La mentira que aquí nos referimos es principalmente ocultación de información relevante. Por ejemplo cuando sentencia “Esto es así (sin más)”, en vez de decir, “Hay actualmente distintas opiniones científicas…”, o bien dice “No se ha producido un solo caso de …”, cuando en realidad si que los hay. Ya sabes que no es trigo limpio. Si ha mentido una sola vez, sencillamente es un arpio. Casi seguro que mezclará mentiras con verdades, para tener un discurso aparentemente realista.

Punto 3) ¿Existen científicos que se oponen, que tuvieron una brillante carrera durante décadas, pero que un buen día, le despidieron por realizar un trabajo bien hecho, aunque inconveniente? No voy a decir que esto es una ley inmutable, pero casi. Un buen científico (reconocido por otros colegas, o hasta internacionalmente), es despedido de inmediato a mitad de su carrera, porque su jerarquía “barre” para la industria, a raíz de un trabajo científico suyo, que perjudica a la industria económicamente. Desgraciadamente ha habido, y habrá cientos de casos así. Hasta incluso se ha llevado al cine en la película “El dilema”. Más pistas. El opuesto es un “científico mercenario”, al que la industria encarga “pésimos artículos científicos de negación de problemas”. Se atreve a criticar el excelente trabajo de un buen científico, cuando precisamente dicho buen trabajo saca a la luz la causa de una debacle médica, o cuando la denigración sirve de apoyo a una regulación, o incluso si hay un juicio contra la industria (sigue la pista del dinero y encontraras la verdad).

Punto 4) ¿Le gusta de ir a medios de comunicación para difundir “su mensaje pro algo” rechazado por una buena parte de la sociedad? Casi siempre ese “pro algo” está inherentemente relacionado con la industria, así que nuevamente huele a punto uno. Los buenos científicos no van a los medios de comunicación, para “vender nada”. Si es que van, lo que quieren es denunciar ese algo perjudicial que han descubierto, o para denunciar esa alerta que va en contra de la población y/o del medio ambiente (luchan por el bien común).

Claro que a veces el mensaje “pro algo” también se disfraza de “vamos a salvar al mundo”, “esto es bueno para usted” (como veremos por ejemplo con los transgénicos). En estos casos (el cambio climático no es de este tipo), nuevamente la clave para sospechar de ese “pro algo bueno”, es que “hay mucho dinero” de por medio. La industria recurre a científicos en un claro intento de CONVENCER a la sociedad (palabra clave), ya que es un paso previo a imponer o promover su “objetivo”. Los buenos científicos suelen ser incluso muy prudentes en su crítica, tal como decir:  "Hay muchos estudios científicas que demuestrasnque tal producto crea tal problema", en vez de decir abiertamente: "Deje usted de mentir, para que su industria gane mucho dinero".

Punto 5) Se defienden de las criticas, diciendo que son por “ideología”, “ignorancia”, o por “emociones”, etc. Para los científicos que se oponen, la ciencia no son adjetivos. ¿Alguien se atreve a escribir (ni ellos mismos) estos adjetivos en una publicación científica? Las palabras “ideología”, “ignorancia”, “emociones” están dirigidas al público. Muchas veces se busca decir “hay un debate”, con el fin de perseguir la duda social. Déjese de debates sociales. Cualquiera puede defender lo que quiera bajo su puño y firma. Es decir, es posible hacer y firmar un estudio científico que concluya “el tabaco no provoca cáncer” (con un peer review mañado). Pero se ha de decir muy claramente el exacto porcentaje de científicos que defienden lo mismo que usted, y el exacto porcentaje de los que defienden lo contrario.

Creo que todavía hay más “abejas del bien común”, que “avispas monetarias”, aunque cada vez, es más difícil distinguir el sibilino y mimetizado segundo grupo, y fue por eso que pensé en este test.

Piensen en todos estos puntos con respecto a ¿realmente el fracking contamina los acuíferos?, ¿realmente el tabaco provoca cáncer?, ¿realmente existe el cambio climático, y está provocado por la actividad del hombre?. Incluso hay casos supuestamente preventivos. ¿Las alertas de los científicos de la OMS sobre la gripe A, eran supuestamente honestas, a pesar de que trabajaban para las propias farmacéuticas? Recuerden la pregunta ¿A quien beneficia todo esto? ¿A combatir el hambre en el mundo? Juzguen ustedes mismos.






APLICANDO TEST MERCADERES DE LA CIENCIA

Para poner en practica este test, vamos a poner un ejemplo de aquí mismo, de nuestro país: El profesor de universidad de biotecnología J. M. Mulet, que como es lógico, defiende a los transgénicos. Analicemos nuestro test, intentando ser objetivos, a ver que pasa.



Punto 1) He aquí las relaciones con la industria del Sr. Mulet (reconocidas públicamente):

“…habría que aclarar a los lectores y así entenderán mejor su artículo, que la Fundación que usted dirige fue creada por las principales empresas de semillas transgénicas y así su presidente, Delfín Biosca Medina, es director general de Syngenta Seeds.”

http://www.noticiasdenavarra.com/2010/04/10/opinion/cartas-al-director/el-rey-midas-de-los-transgenicos



Punto 2) J. M. Mulet, defiende el glifosato, del que dice en su blog ”El glifosato NO produce malformaciones. Confirmado científicamente”. Su afirmación se basa en la crítica a un estudio sencillo de inoculación de glifosato a un embrión, que produjo los resultados esperados: malformaciones (es decir, como el experimento tuvo éxito, Mulet dice que tiene razón en su planteamiento contrario). El experimento solo podía tener dos resultados. Uno, que aportara muy poco (lo que así ocurrió), y otro que aportase mucho a su favor. Si en el experimento no hubiera habido deformaciones, entonces el estudio hubiera sido un gran “arma” para su postura. Sin embargo en todo esto quería señalar, que en su crítica argumental no pronuncia ni una sola vez la palabra coadyugante, que bien sabrá él, que son las sustancias aditivas de todos los pesticidas a base glifosato, cuya función es precisamente que el glifosato penetre en las células, y así el pesticida sea efectivo.

Pero bueno, a mi me gustaría que me comentara su opinión sobre lo que dice el Dr. Carrasco en el post que hicimos sobre Monsanto (véase los 3 videos), él que si tiene que lidiar con sus temibles efectos, en la masivamente fumigada Argentina. Y de paso atrévase a decirle (educadamente) al Dr Carrasco que, o bien miente, o bien es un mal científico, que ya seguro nos va a interesar a todos su posterior respuesta. También me gustaría que criticara el estudio insignia de 2004, con 5 pesticidas comerciales “Glyphosate-based pesticides affect cell cycle regulation” para que todos salgamos de dudas sobre “su confirmación científica siete años después”.

J. M. Mulet dice que “... en la agricultura ecológica se usan químicos igual de peligrosos que en la convencional (un mensaje nada tendencioso). Con una simple búsqueda este es el pequeño y estricto listado del sustancias permitidas en la agricultura ecológica, y en cambio la lista de pesticidas permitidos por la UE, es del orden de unos 1100. Quiero recordar que prácticamente todos estos 1100 pesticidas son sustancias químicas sintetizadas por el hombre, que no han existido nunca en la naturaleza (salvo en los últimos 70 años), y de los pocos que se han estudiado científicamente, incluso aquellos declarados cancerígenos, no son prohibidos (ver el siguiente post).

J. M. Mulet dice que “... el aspartamo, es falsamente acusado por los ecoentusiastas como Josep Pamies de cancerígeno”. Toda la historia del Aspartamo, la contamos en otros post con muchísimas páginas referentes a todos los problemas que ocasiona, donde destaca un documento interno de la misma FDA. El documental “Nuestro veneno cotidiano” hace referencia al contundente estudio científico “Aspartame induces lymphomas and leukaemias in rats”.

En definitiva J. M. Mulet miente.  Miente descaradamente.   Pero mentir es barato, y poco punible, y la mayoría de la gente, son lo que son, simples ciudadanos, y no detectives, que puedan-quieran investigar a nivel científico.



Punto 3) En la historia de los transgénicos aconteció, uno de los más sonados ejemplos de despido científico, por inconveniencia industrial. El doctor Arpad Pusztai, reconocido de gran prestigio durante 30 años, y siendo al principio pro-transgénicos, tras ver que causa problemas en ratas, sale por TV donde los desaconseja, y justo después es despedido.

«Mi primera sorpresa fue cuando analizamos la composición química de las patatas transgénicas. En primer lugar constatamos que no eran equivalentes a las patatas convencionales. Y a continuación que no eran equivalentes entre ellas, porque de un linaje a otro la cantidad de lectina podía variar un 20%. Es la primera vez que tuve dudas sobre el hecho de que la manipulación genética pueda ser considerada una tecnología, porque para un científico clásico como yo, el principio mismo de la tecnología significa que si un proceso produce un efecto, este efecto debe ser estrictamente el mismo si se repite en condiciones idénticas. En esto la técnica era aparentemente muy imprecisa, porque no engendraba el mismo efecto.»

https://vimeo.com/32469998

http://en.wikipedia.org/wiki/Pusztai_affair



Punto 4) Como ya hemos dicho, J. M. Mulet es pro-transgénicos. ¿Tiene algo de malo que un científico sea “pro algo” en lo que estudia? Depende. Si hay científicos que se oponen a su “ciencia” demostrando los problemas que atañe, si hay científicos que han sido despedidos por oponerse a su ciencia, si se ha demostrado que ha mentido en su “ciencia mañada”, si se ha demostrado que tiene conexiones con la industria, y es evidente que ésta gana dinero a través del objeto de su estudio, entonces podemos concluir muy prudentemente hablando, que ese “pro algo” es interesado y engañoso. Hemos visto (en los puntos anteriores) que los transgénicos, y el científico J. M. Mulet cumplen estos polémicos condicionales.

Una forma muy eficaz de conocer si un científico es repetitivamente “pro algo”, es leer sus declaraciones en redes sociales. Por su puesto no criticamos que sea “pro algo” o sus declaraciones (es un derecho fundamental). Pero un psicólogo, que tenga por ejemplo que analizar, a una persona para la idoneidad de un puesto de trabajo, tiene un arsenal de sinceridad históricamente registrada. Veamos por ejemplo meneame. ¿En cuántos comentarios de todos los que hace, gusta de criticar a todo lo que suene a “verde”, y en cuantos alaba a los transgénicos? ¿En cuántos comentarios “corrige” o incluso hace burla, según su opinión, a los internautas?

http://www.meneame.net/user/jmmulet/commented

Al igual que en las redes sociales, también es un derecho fundamental (incluso si se dicen pseudo-mentiras) promulgar su pensamiento en grandes medios de comunicación, o eventos multitudinarios, para como decíamos intentar CONVENCER a la población. En todas las apariciones públicas de J. M. Mulet (que son muchas), no desaprovecha la ocasión para lanzar su mensaje pro-transgénicos.

http://escepticos.es/taxonomy/term/496

Repetimos que estamos intentando discernir el trigo de la paja. Queremos saber hasta que nivel ese científico es “pro algo” (libremente allá cada cual), pero porque primero hemos juzgado si ese “pro algo” era “algo bueno”.

Mirándolo al revés, no conozco a ningún científico que vaya por decenas de sitios públicos, para promover continuamente el ecologismo, y los productos ecológicos, de los que su ciencia depende económicamente. Y sin embargo esta no es la diferencia importante. Las importantes son las otras que hemos visto al principio. No hay científicos despedidos por oponerse a la agricultura ecológica. Ni siquiera existe una “carrera científica del ecologismo” que venda productos a la población, con conexiones en la industria. Pero sobretodo no existe un solo estudio científico que afirme “ratas con cáncer, o con problemas, por ser alimentadas exclusivamente con comida ecológica” (por mucho que J. M. Mulet diga que se le aplican químicos peligrosos).



Este post no va de transgénicos, sino que se ha puesto como ejemplo de mala ciencia, y he intentado ser aséptico, no subjetivo. Sin embargo en estas últimas líneas daré mi opinión personal. Primero voy a enumerar los dos problemas que tienen los transgénicos:

Uno es la transparencia. La gente quiere poder decidir mediante el claro etiquetado. El segundo problema es más difícil. Se ha demostrado en muchos casos reales, que agricultura orgánica (o la convencional), y agricultura transgénica, no pueden convivir una junto a la otra, porque el polen transgénico puede volar hasta donde le lleve el viento o las abejas, con la consiguiente invalidación de categoría orgánica.

Ahora mi opinión. Respecto a lo primero, la mayoría de la gente ni siquiera sabe, que la comida animal puede ser transgénica, sin obligación de etiquetar nada en la carne del animal, y esto unido a que mayoritariamente la gente no quiere consumir alimentos transgénicos (directos al plato), casi toda la producción sirve para alimentar ganado, gallinas, y peces (aunque en pequeñas proporciones, como un 20%) sin que casi nadie lo sepa. Haga usted una encuesta, y verá. Segundo en la agricultura, hay un invasor, y un atacado, y ante la imposibilidad de convivir, han decidido ir a la guerra (que además es sucia).

http://capitanpatagonia.wordpress.com/2012/05/09/carta-abierta-a-jose-miguel-mulet-salort-desde-africa/

El mundo no se puede parcelar con transgénicos si, y transgénicos no, que además la población mayoritariamente rechaza, gracias a que gente honesta ha entrevistado a verdaderos científicos honestos. Muchas veces me pregunto que hubiera pasado, si Marie-Monique Robin no hubiera dedicado tres años, a la realización del Libro y Documental “El mundo según Monsanto” (el libro es muchísimo más detallado y acusador que el documental). Cuan libremente entonces, se hubieran inundado todo de comida transgénica, quieras o no quieras. Así que, ahí va mi mensaje como simple ciudadano que soy, pero que sabe DISCERNIR la mala ciencia, y argumentarla.

No queremos que “nos salve de la sequía”, y que con ello, su industria gane mucho dinero, imponiendo un modelo que nos obliga a comprar su “tecnología”, y a comprar y aplicar masivamente sus pesticidas. No quiero cambiar y comer transgénicos. Déjenos en paz.



Y para que veas que la mala ciencia no tiene límites, he aquí lo que yo pensaba que ya no existía: Un sol girando alrededor de la Tierra. Alguien afirmando que FUMAR NO CAUSA CANCER DE PULMON. En un alarde de piruetas dialécticas, argumenta su frase sencillamente con:

1) la incompresión de la magnitud de las cifras por parte de los ciudadanos (ahora “gracias a su panfleto”, los ciudadanos somos los que decidimos la veracidad de la ciencia).

2) en criticar la principal herramienta de la epidemiología, el Odd ratio (un pequeño Odd ratio de 1,2 es interesante porque indica un 20% más de posibilidades de algo, cuando los fumadores tienen un 800% más de posibilidades de cáncer de pulmón)

3) no se lo pierdan, defiende a los ejecutivos del tabaco, cuando cometieron perjurio frente al Congreso al decir que “fumar no causa cáncer”, sencillamente porque hay personas que fuman sin cáncer (como si no lo supiéramos). Que la palabra tenía que haber sido “induce” (menos mal que nos lo aclara, ya estábamos pensando mal de los ejecutivos que les pillo por sorpresa la pregunta).

4) Utiliza el arma preferida de los charlatanes (y de los científicos mercaderes): DILUIR las conclusiones. Junta todas las muertes en el mundo, y así la cifra se queda pequeña. Creo que debería haber continuado, y afirmar que seguramente estemos ante un 0,0000001% de todas las muertes de todas las formas de vida que puedan existir en los millones de galaxias.

He aquí el panfleto (en una web "sin ánimo de lucro") que pretende informarnos sobre el cancer de pulmón, esa rara patología que se volvió en una enfermedad mortal masiva, curiosamente desde la popularización de ese producto lleno de sustancias toxicás que llamamos tabaco:

http://d1002391.mydomainwebhost.com/JOT/editorials/vol-1/e1-4.htm



Sin embargo también creo que este personaje, estuvo poco hábil en la elección de su título y conclusión. Debería haber sido “EL TABACO NO CAUSA CANCER DE PULMON”, porque es fácilmente demostrable, y además irrefutable científicamente hablando.

Basta con empapelar las paredes del interior de 1000 casas con cigarrillos de tabaco, y durante 20 años observamos si se producen más o menos muertes por cáncer del pulmón, que otras 1000 casas de grupo de control. Como los resultados serán similares, entonces se puede concluir sin lugar a dudas que “EL TABACO NO CAUSA CANCER DE PULMON”








LIBRO NUESTRO VENENO COTIDIANO

Solo hace 20 años que conocemos a unas sustancias a las que los científicos llamaron perturbadores endocrinos o disruptores endocrinos. No es que dichas sustancias acabasen de inventarse y fabricarse (ya llevaban muchas más décadas con nosotros), sino que se descubrió su capacidad de engañar a las células de nuestro cuerpo, como si fueran esas señales químicas que llamamos hormonas.

La lista es larga, y sus consecuencias también. Recuerda bien su nombre, porque oirás este término muchas más veces, ya que estamos ante unas sustancias que tienen la capacidad de afectar a nuestro organismo, en dosis infinitamente pequeñas (tan pequeñas, que no existe una dosis segura), rompiendo así el principio básico de la toxicología del siglo XVI: “solo la dosis hace el veneno”.



Sin embargo el sentido de este post, no es explicar todo esto, sino tan solo recomendar la compra del siguiente libro, en el cual por ejemplo a estas sustancias, dedica un tercio de sus páginas.


Para que te decidas o no, en leer este libro (de difícil lectura, aviso, por su abundante documentación), te sugiero que primero te leas los cuatro pasajes que he seleccionado y copiado textualmente para ti, para que te hagas una idea.





NULA REGLAMENTACION

Pag 252-256

... decidí llamar a la puerta del CIRC, un organismo creado en 1965 a iniciativa del presidente Charles de Gaulle e instalado en Lyon. Dependiente de la Organización Mundial de la Salud, la institución se volvió después una referencia internacional en el dominio de la cancerología porque está encargada de redactar las famosas «monografías», estos documentos oficiales que clasifican los productos químicos en función de su potencial cancerígeno. Para ello, los expertos examinan la literatura científica concerniente a estas sustancias, a saber, todos los estudios publicados en las revistas científicas. La clasificación comprende tres niveles. El grupo 1 es el de las moléculas «cancerígenas para los seres humanos»: se trata de una categoría excepcional, ya que para que una molécula sea inscrita ahí hay que disponer de datos epidemiológicos, lo que, como hemos visto es muy difícil de obtener. En 2010 solo ciento siete moléculas estaban clasificadas en el grupo 1, como el amianto, el benceno, la bencidamina, la beta-naftilamina, la dioxina, el formaldehído, el tabaco, la ciclosporina o el gas mostaza, por citar solo sustancias ya mencionadas (la píldora anticonceptiva también pertenece a este grupo).

A continuación vienen las del grupo 2 A, «probables cancerígenos para los seres humanos» (en 2010 eran 58) y las del grupo 2 B, «posibles cancerígenos para los seres humanos» (249), que caracterizan a unas substancias para las que existen algunos datos epidemiológicos y animales más o menos significativos. El grupo 3 (512 moléculas) designan unas sustancias «inclasificables», sobre las que no es posible pronunciarse con relación a los datos disponibles, dispersos e insuficientes. Por último, el grupo 4, «probablemente no cancerígenos para los seres humanos» solo contaba en 2010 con una sustancia: la caprolactama (compuesto orgánico utilizado en la síntesis del nailon).

De unos 100.000 productos químicos que han invadido nuestro entorno desde la Segunda Guerra Mundial, solo 935 han sido evaluados por CIRC, que en 1971 lanzó su «programa de monografías» Es muy poco. Y por supuesto, fue la primera pregunta que pregunté a Vincent Cogliano, un epidemiólogo estadounidense nombrado director del programa 2002, cuando tuve un encuentro con él en Lyon en febrero de 2010.

- En treinta anos de ejercicio, el CIRC solo ha establecido 935 monografías, ¿por qué tan pocas? – Le pregunté.
- La respuesta es muy simple ya que hay que saber que de los 100.000 productos que usted ha mencionado, solo unos 2000 o 3000 han sido testados desde el punto de vista de su potencial cancerígeno. Por siguiente, nuestro programa ha cubierto un tercio ...
- ¿El hecho de que un producto químico no haya sido clasificado por el CIRC significa que no es peligroso?
- ¡No, de ninguna manera! En general significa que nadie ha estudiado sus potenciales efectos cancerígenos. A veces se ha testado, pero todavía no hemos programado su evaluación.
- ¿Qué consecuencias tiene una clasificación en el grupo 1? ¿Provoca eso una prohibición del producto?
- ¡En absoluto! Simplemente quiere decir que el CIRC ha reunido a un grupo de expertos que, en vista de la literatura científica publicada, han decidido que la sustancia estudiada era cancerígena para los seres humanos. Esta información se pone a disposición de las agencias de reglamentación nacionales, que tomen entonces las medidas que les parecen más apropiadas. En general, hacen una evaluación comparando los beneficios aportados por el producto y los riesgos que induce. A menudo esto provoca una restricción del uso del producto con, por ejemplo, unas normas de exposición más estrictas o una bajada de los niveles de residuos autorizados en los alimentos. Pero en todos los casos el CIRC no tiene poder para prohibir productos químicos, se contenta con hacer una síntesis de los estudios toxicológicos o epidemiológicos disponibles para que las autoridades gubernamentales puedan eventualmente actuar.
- ¿Conoce usted productos químicos que hayan sido clasificados en el grupo 1 y que sigan estando presente en nuestro entorno?
- Para ser franco, todas las sustancias que el CIRC he declarado «cancerígenas para los seres humanos» se siguen utilizando, a veces con unas restricciones de uso muy estrictas…
- ¿Esta clasificación es importante para la industria?
- Por supuesto, porque la clasificación tiene repercusiones de mayor o menor alcance sobre la manera de utilizarse los productos.
- En otros términos; ¿los industriales hacen todo lo posible para evitar que sus productos se clasifiquen en el grupo 1?
- Si… O en el grupo 2, porque eso significa que el producto se sitúa bajo una fuerte vigilancia…
- ¿Cuántos pesticidas han sido evaluados por el CIRC?
- Verdaderamente no los he contado, pero pienso que hemos debido de haber evaluado una veintena o una treintena de pesticidas en toda la historia de nuestro programa - admitió Vincent Cogliano con una sonrisa incomoda.
- Pero, ¡eso no es nada!
- Es cierto que no es mucho si se compara con la cantidad de pesticidas que se utilizan. De hecho, para nosotros es muy difícil hacer una evaluación seria de los pesticidas porque la mayoría de los estudios experimentales que les conciernen no se publican. Efectivamente, se supone que las empresas que producen pesticidas suministran unos datos toxicológicos a las agencias sanitarias nacionales y ellas hacen las pruebas. Los estudios transmiten a las agencias gubernamentales, pero nunca se publican. Para nosotros es muy difícil tener acceso a ellos, porque están protegidos por el secreto comercial. Los únicos pesticidas que hemos podido evaluar son sustancias muy antiguas y tan controvertidas que son objeto de muchos estudios independientes. Como, por ejemplo, el DDT o el lindano, hoy prohibidos en agricultura.

En este momento de la entrevista hay que poner en relieve la magnitud de la «bomba» que me lanzó el director de las monografías del CIRC: en efecto, este afirma que el CIRC es incapaz de evaluar el potencial cancerígeno de los pesticidas porque la inmensa mayoría se lanzaron a al mercado de sobre la base de unos datos toxicológicos que no son «públicos», es decir, cuya calidad no puede ser verificada por nadie. ¡Es simplemente increíble! De ahí mi siguiente pregunta:

- ¿Cómo explica usted que los estudios llevados a cabo por la industria de los pesticidas no se publiquen en revistas científicas de comité de lectura [peer review]?
- Pues… Puede que a las empresas no les interese publicar unos resultados que sugieren que sus productos pueden ser nocivos – me respondió Vincent Cogliano, buscando visiblemente las palabras-. De todos modos no están obligados a hacer públicos sus estudios …

Ahora está claro: los fabricantes de pesticidas hacen unas «pruebas», porque se las exigen las agencias de reglamentación, pero se guardan mucho de publicarlas en revistas científicas en las que serían sometidas a un examen crítico. Esto impide que el CIRC las evalúe, ¡lo que permite a los industriales proclamar alto y claro que «los pesticidas no son cancerígenos»! Bonito juego de manos…





DE DONDE VENIMOS ...

Pag 176-178

... quisiera remontar brevemente en la historia médica de la humanidad. Pasé mucho tiempo en las bibliotecas parisinas consultando libros y tesis doctorales para tratar de responder a esta pregunta fundamental: ¿El cáncer es, como afirman algunos, una enfermedad de la civilización? Y para ser más precisa, ¿su desarrollo está relacionado con el de la actividad industrial? Y de mis múltiples lecturas concluí que, efectivamente el cáncer era una enfermedad muy antigua pero que era extremadamente raro hasta finales del siglo XIX.

En efecto, como explican los autores de La Société cancérigène, «ningún descubrimiento ha establecido nunca que un ser humano hubiera muerto de cáncer antes de la aparición de la agricultura. Se han podido descubrir lesiones infecciosas, raquitismo, traumatismos, pero ningún cáncer». Por otra parte, Jean Guislaine, especialista de la prehistoria y de las civilizaciones neolíticas, señala que el capítulo de las «neoplasias se reduce a nada, ya que no se ha señalado ningún caso de neoplasia maligna auténtica».

Todos los observadores informan de que «la ausencia de localización ósea no demuestra nada en relación a la existencia de posibles tumores malignos de las partes blandas» y hay que establecer «si las poblaciones prehistóricas pagaban el mismo tributo al cáncer que las sociedades actuales».

Todos los observadores informan de que «la descripción más antigua de un cáncer data aproximadamente de 1600 a. C.», como explica la Sociedad Estadounidense del Cáncer. Se encontró en un papiro egipcio descubierto por el cirujano británico Edwin Smith en 1862 y presentaba ocho casos de cáncer de mama para los cuales «no había tratamiento». Según los toxicólogos británicos John Newby y Vyvyan Howard, que consultaron una gran parte de la literatura disponible, se encontraron las «pruebas de un melanoma maligno» (cáncer de la piel) en una momia inca de Perú de unos 2.500 años de antigüedad, mientras que se atribuyen al paleontólogo keniata Luis Leakey el descubrimiento de las huellas de un linfoma en los restos de un Homo erectus.

Prueba de que la enfermedad se había identificado debidamente durante la Antigüedad, la palabra «cáncer» fue inventado por Hipócrates (460-370 a. C.), que observando las ramificaciones que caracterizan los tumores asoció su forma a la de cangrejo (carcinos, en griego). En sus trabajos, aquel a quien se denomina «padre de la medicina» describe varios tipos de cáncer que él explica por un exceso de «bilis negra». El médico romano Celso tradujo después al latín la palabra carcinos al principio de nuestra era.

Por lo tanto, si bien la enfermedad es bien conocida de los antiguos, en cambio sigue siendo «notablemente rara o estando ausente» en los pueblos que permanecieron al margen del desarrollo industrial, como lo demuestra muy claramente el libro Cancer, Diseasa of Civilization? de Vilhjalmur Stefansson (1879-1962), un etnólogo islandés explorador del Ártico, que es una referencia en este dominio. En el prefacio de su obra René Dubos, profesor de biología molecular en el Instituto Rockefeller, señala que el cáncer es desconocido para unos «pueblos primitivos […] mientras nada cambie en su modo de vida ancestral». Esta constatación la confirman los muchos testimonios de médicos viajeros citados por Vilhjalmur Stefansson, como el doctor John Lyman Bulkley, que en 1927 contó en el diario Cancer: «Durante mi viaje de una docena de años entre las diferentes tribus nativas de Alaska no encontré un solo caso de tumor canceroso». Del mismo modo, Joseph Heman Romig, que entonces era el «doctor más celebre de Alaska», testimonió en 1939 que «en treinta años de contactos con esquimales e indios verdaderamente primitivos» no había «encontrado nunca un caso de enfermedad maligna, aunque esto ocurre frecuentemente en cuanto empiezan a modernizarse». Vilhjalmur Stefansson también cita el testimonio del doctor Eugene Payne, que «examinó a uno 60.000 pacientes en algunas partes de Brasil y Ecuador durante un cuarto siglo y no encontró un solo ejemplo de cáncer». O el del doctor Frederick Hoffman que durante el Congreso sobre el Cáncer celebrado en Bruselas en 1923 declaró a propósito de las mujeres bolivianas: «No fui capaz de detectar un solo caso auténtico de enfermedad maligna. Y todos los médicos a los que pude entrevistar me dijeron que nunca habían visto un cáncer de mama entre las mujeres indias».





... A DONDE VAMOS

PARKINSON

Pag 252-256

... otro estudio publicado en 2003, Isabelle Baldi y Pierre Lebailly demostraron que la exposición a los pesticidas, utilizados sobre todo en los viñedos de la región de Gironde, multiplicaba por 5,6 el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson y por 2,4 el de la enfermedad de Alzheimer (estos resultados son fruto de un estudio prospectivo [bautizado «Paquid»] en el que se siguió durante diez años a 1.507 personas de más de sesenta y cinco años).
...
Autora de obras sobre la enfermedad de Parkinson, Caroline Tanner es una de las neurólogas más prestigiosas de Estados Unidos. Trabaja en un «lugar privilegiado» puesto que el Instituto Parkinson es «a la vez un centro de tratamiento y de investigación»

- Con frecuencia se dice que la enfermedad de Parkinson está en clara progresión en los países industrializados, ¿es cierto?
- De hecho, ¡no sabemos nada! Por una razón muy simple, que no tenemos registros suficientemente antiguos para poder afirmarlo con exactitud. Yo misma me hice esta pregunta y para responderme me fui a China hace unos veinte años, en un momento en el que el proceso de industrialización de la agricultura estaba muy poco avanzado y en el que la enfermedad de Parkinson era muy rara. Dirigí ahí varias investigaciones y puedo decir que hoy la patología se ha vuelto tan corriente como en Estados Unidos. La única explicación es que en veinte años el país se ha industrializado mucho y que desde entonces en China se utilizan los mismos pesticidas que en los países occidentales.



CANCER

Pag 281-283

Cuando trabajaba en la Universidad John Hopkins, Devra Davis se dedicó a estudiar la evolución de la incidencia de los cánceres, sobretodo de los mielomas múltiples y de los tumores cerebrales en hombres de cuarenta y cinco a ochenta y cuatro años. Con su colega Joel Schwartz, un estadístico que se convertirá en un reputado epidemiólogo de la Universidad de Harvard, constató que la tasa de incidencia de estos dos cánceres mortales había aumentado un 30% en el curso de las décadas de 1960-1980.
...
en el curso del mismo periodo (1975-2006) la incidencia del cáncer en los jóvenes estadounidenses de menos de veinte años no ha parado de aumentar. No se conocen las causas de este aumento, pero los cambios son demasiado rápidos para que sean de origen genético. Este aumento tampoco se puede explicar por la llegada de técnicas de diagnóstico más eficientes como la tomografía o la imagen por resonancia magnética nuclear (IRM). En efecto, en el mejor de los casos la llegada de estas técnicas pudo provocar un pico puntual y único en la incidencia de los cánceres, pero no esta progresión estable que se puede observar en un lapso de treinta años.
...
«Otro argumento que se avanza regularmente para explicar el argumento de las enfermedades crónicas es el envejecimiento de la población, ¿qué opina usted?», pregunté a Devra Davis, que esbozo una sonrisa cómplice en cuanto acabé la pregunta. «Por desgracia, este argumento resulta igualmente falaz –me respondió la epidemióloga estadounidense-. Por supuesto, el aumento de esperanza de vida hace que haya más personas susceptibles de tener cáncer. Pero lo que hay que examinar es la evolución de la tasa de incidencia de los cánceres o de las enfermedades neurodegenerativas en las diferentes franjas de edad. Y ahí constatamos que la tasa de incidencia de algunos cánceres se ha duplicado en las personas de más de sesenta y cinco años. Es el caso, por ejemplo, del linfoma no Hodgkin, que se ha duplicado en las mujeres mayores. El envejecimiento de la población no explica por qué en Estados Unidos hay cinco veces más mujeres y hombres que sufren un tumor en el cerebro que en Japón o por qué cada vez más jóvenes de los países de los países occidentales tienen cáncer de testículos o de tiroides. Por no hablar de los cánceres infantiles ¡cuyo aumento no puede deberse al aumento de la esperanza de vida! »

De hecho, como ponían de relieve en 2007 el cancerólogo francés Dominique Belpomme y sus coautores en The International Journal of Oncology: «El factor edad no puede ser determinante, puesto que el aumento de la incidencia de los cánceres se constata en todas las franjas de edad, incluso en los niños». Del mismo modo, un estudio realizado en Inglaterra y en el País de Gales demostró que la edad media de aparición de los cánceres de próstata y de mama, pero también de la leucemia, no dejó de bajar entre 1971 y 1999, lo que significa que las victimas son cada vez más jóvenes. En el mismo periodo los autores señalan que se duplicó la tasa de incidencia del cáncer de próstata, subrayando que era antes de la introducción de la dosificación de la PSA.

«Si el único factor involucrado fuera el envejecimiento, las evoluciones serían más o menos comparables para todos los tipos de cáncer y para ambos sexos, lo que está lejos de ser el caso», señala por su parte André Cicolella en su libro Le Défi des épidémies modernes. El químico y toxicólogo francés pone de relieve que «entre una mujer nacida en 1953 y una mujer nacida en 1913, el riesgo de cáncer de mama se ha multiplicado aproximadamente por tres, mientras que el riesgo de cáncer de pulmón se ha multiplicado por cinco. […] Entre un hombre nacido en 1953 y un hombre nacido en 1913, el riesgo de cáncer de próstata se ha multiplicado por doce, mientras que el riesgo de un cáncer de pulmón ha seguido siendo el mismo»


http://globocan.iarc.fr/


INFERTILIDAD

Pag 455-459

En el momento en que los pioneros de Wingspread forjaban el término «perturbadores endocrinos», un científico danés, Niels Skakkebaek, preparaba la publicación de un estudio que iba a tener el «efecto de un trueno». Con sus colegas del Hospital Universitario de Copenhague «analizó sesenta y un artículos publicados de 1938 a 1990 concernientes a un total de 14.947 hombres fértiles o con buena salud, procedentes de todos los continentes, y puso en evidencia un descenso regular de la producción espermática en el curso del tiempo. En efecto, mientras que los primeros estudios de 1938 informaban de una concentración media de 113 millones de espermatozoides por milímetro de esperma, las últimas publicaciones de 1990 dejaban constancia de una concentración media de 66 millones de por mililitro» En definitiva: ¡la cantidad de espermatozoides contenida en una eyaculación ha descendido a la mitad en menos de cincuenta años!
...
Además, la caída cuantitativa iba acompañada de un descenso de la calidad de los espermatozoides, que presentaban una movilidad reducida y anomalías de forma, lo que provocaba la reducción de la fertilidad. En el libro que firmó junto con Bernard Jégou y Alfred Spina, Pierre Jouannet pone de relieve la duda que volvió suscitar este estudio sin duda muy perturbador: «Estos resultados parecían ir tan en contra de un dato comúnmente admitido (la estabilidad de la producción espérmica) que el prestigioso diario que publicó este artículo (el New England Journal of Medicine) lo hizo evaluar por un estadístico externo».

Como los prejuicios son resistentes, Shanna Swan, una epidemióloga estadounidense retomó en 2000 el metanálisis de Niels Skakkebaek añadiéndole cuarenta publicaciones suplementarias. Y confirmo (definitivamente, y al alza) las conclusiones del equipo danés, puesto que constató un descenso anual medio de la densidad espermática de un 1,5% en Estados Unidos y de un 3% en Europa y en Australia en el periodo 1934-1996.

El revuelo suscitado por su publicación todavía hace sonreír a Niels Skakkebaek, cuya historia contó Theo Colborn en Nuestro Futuro Robado. «Cuando salio mi estudio, todo el mundo centró la atención en la muy espectacular bajada de espermatozoides – me conto cuando lo conocí en su laboratorio de Rigshospitalet, en Copenhague, el 21 de enero de 2010-. Pero para mi el estudio comprendía otra información igual de inquietante, a saber, el aumento de constante de la tasa de cáncer de los testículos, sobre todo en Dinamarca, donde se había multiplicado por tres en 1940 y 1980. Era tanto más inquietante cuanto este aumento no se observaba en la vecina Finlandia, un país esencialmente forestal y muy poco industrializado. Además, yo había constatado la misma diferencia para dos anomalías del aparato genital masculino, cuatro veces más frecuente en Dinamarca que en Filandia: la criptorquidia y la hipospadias».
...
Perturbado por los resultados de su estudio, Niels Skakkebaek entra en contacto con su colega escocés de Richard Sharpe, que había constatado las mismas anomalías reproductivas en el Reino Unido. Examinan juntos la literatura científica y descubren que unas experiencias llevadas a cabo en ratas expuestas al distilbeno, un estrógeno de síntesis, revelaron el mismo tipo de malformaciones congénitas. «Fue así como por primera vez emitimos la hipótesis de que la multiplicación de las anomalías reproductivas se podía deber a una exposición cada vez mayor a estrógenos durante la vida prenatal», me explicó el endocrino y pediatra danés.
- ¿Llevaron a cabo un verdadero trabajo de detective?
- Si, creo que se puede decir algo así, porque entonces ese campo de investigación era completamente nuevo. La suerte que tuve, si puedo decirlo, es que mi investigación fundamentalmente se alimentaba de mi práctica médica, aquí, en el Rigshospitalet, donde muchos hombres que tenían problemas de infertilidad venían a consultarme. Examinando las biopsias de sus testículos, descubrí que estos contenían células precancerosas. El otro hecho inquietante era que las células precancerosas presentes en los testículos de estos hombres infértiles eran similares a las células germinales que se encuentran en los fetos. Estas células no deberían estar en un hombre adulto. Todo indica que algo bloqueó el desarrollo de las células fetales que hubieran debido madurar y evolucionar hacia la producción de esperma, pero se mantuvieron en el estadio de células germinales en los testículos, lo que hace que el hombre naciera con estas células inmaduras. Durante la infancia permanecieron latentes, pero en la pubertad empezaron a multiplicarse para desarrollar finalmente un cáncer.
- ¿Cómo explica este fenómeno?
- La hipótesis mas probable es que las madres estuvieron expuestas a perturbadores endocrinos durante su embarazo, en un momento crucial para el desarrollo del aparato genital del bebé. Esta contaminación prenatal provocó una serie de disfunciones que están todas relacionadas: los problemas de fertilidad, las malformaciones congénitas como la criptorquidia y la hipospadias y el cancer de testículos. Junto con mis colegas bauticé este fenómeno como «síndrome de disgenesia testicular», porque estamos ante varios síntomas que tienen el mismo origen fetal y medioambiental. Esto quiere decir que los hombres que tienen dificultades para procrear tienen que controlarse regularmente, ya que el peligro de que desarrollen un cáncer de testículos antes de los cuarenta años ha aumentado considerablemente.
- ¿Que responde a quienes dicen que el cáncer no tiene nada que ver con la contaminación ambiental, sino que se debe a un aumento de la población mayor?
- No es cierto para el cáncer de testículos porque es característico de hombres jóvenes, de entre veinte y cuarenta años.- me respondió el doctor Skakkebaek-. Los hombres de más de cincuenta años tienen un riesgo casi nulo de desarrollar un tumor de testículos. También resulta que el cáncer de testículos es uno de los cánceres que más a progresado en el curso de los últimos treinta años y la única explicación posible es la contaminación medioambiental.
- ¿Y como proteger a los hombres de estos graves trastornos?
- ¡La única manera de protegerlos es proteger a sus madres! El problema es que los perturbadores endocrinos están en todas partes. Pero hay productos que las mujeres embarazadas deberían evitar a toda costa, como los ftalatos, que se encuentran muchos de los envoltorios plásticos y filmes transparentes de protección de alimentarios, en objetos de PVC, pero también en productos para el cuidado corporal como los champús. Recientemente he publicado un estudio que demuestra que existe una correlación entre la tasa de ftalatos presente en la leche materna, y la de las malformaciones congénitas, como la criptorquidia, en los niños. También hay que evitar los productos que contienen Bisfenol-A, como los recipientes de plástico duro o algunas latas de conserva, pero también las sartenes y cacerolas antiadherentes que contienen ácido perfluorooctanoico (PFOA). Acabo de publicar un estudio que demuestra que los hombres fuertemente impregnados de residuos de PFOA tienen una media de 6,2 millones de espermatozoides en una eyaculación, lo que está cercano al umbral de esterilidad. Y además es preferible comer frutas y verduras procedentes de la agricultura biológica porque muchos pesticidas son perturbadores endocrinos.
- Pero en lo que se refiere al bisfenol o al PFOA, las agencias de reglamentación no dejan de repetir que los residuos que se encuentran en nuestro organismos son desdeñables, ya que están muy por debajo de la ingesta diaria admisible de esos productos: ¿Acaso se equivocan?
- No soy toxicólogo, pero como endocrinólogo puedo decirle que estas sustancias actúan a unas dosis infinitesimales que son muy inferiores a la IDA que se les ha asignado. Todo indica que el sistema de reglamentación no está adaptado a los perturbadores endocrinos.
- ¿Cree usted que la especie humana está en peligro?
- Pienso que la situación es grave. Hoy en Dinamarca un 8% de los niños se conciben por medio de técnicas de procreación asistida como la fecundación in Vitro (FIV), lo cual es mucho, y cada vez son más las parejas que tienen problemas de fertilidad. Es urgente actuar…





INFORMACION DE UTILIDAD PRACTICA

1) No sabemos casi nada. En aquello que no sepas, estás “vendido”. Pero en aquello que encuentres información veraz de toxicidad, evita tal producto. Yo por ejemplo llevaba usando Colgate Total prácticamente desde que apareció (hace 16 años). Ahora he descubierto que su ingrediente “especial” es el Triclosan. Todavía tengo en casa 8 tubos antiguos, que no pienso utilizar, ni regalar. Quizás se los envíe a Colgate con una carta de “agradecimiento”.

http://www.toxies.com/files/Triclosan_esp.pdf

2) Recomendación de hacer deporte (y sauna). Una de las terapias para los enfermos de sensibilidad química múltiple, es tratar de desintoxicar una pequeña parte de los tóxicos acumulados en el cuerpo, haciendo primero un poco de deporte (si el enfermo no se ahoga), y tras ello una sesión de sauna. Quizás es por esto, que el deporte es un factor de protección frente a la diabetes.

3) Recomendación de comer menos carne.

Los compuestos orgánicos persistentes (COP) se acumulan en los tejidos grasos del organismo humano, sin que puedan ser eliminados. La principal vía de entrada en el cuerpo humano es través de las grasas de origen animal.

https://www.fundaciondiabetes.org/adjuntos/07_2012%5C32.pdf

4) Evita comer salmón, y pescados grandes, por su elevada concentración de metales pesados.

http://elpais.com/diario/2011/07/01/sociedad/1309471203_850215.html

5) Si es económicamente posible, compra frutas y verduras ecológicas. Si no es posible, se aconseja al menos lavar y pelar siempre las frutas y hortalizas, y consumir asiduamente “verduras anticáncer” (ver final de este post)

6) Abandona completamente el uso del suavizante y de insecticidas (tóxicos directos a nuestro cuerpo)

http://nofun-eva.blogspot.com.es/2011/09/detergentes-y-suavizantes-perfumados.html

7) Compra el siguiente kit de limpieza y aseo personal, y comprueba que el bicarbonato realmente lava la ropa. Si los productos seleccionados son inocuos para personas con sensibilidad química múltiple, entonces son seguros para el resto.

8) Compra conservas en cristal. No compres comida enlatada, porque contiene Bisfenol A. Por ejemplo uno puede comprar aceite de oliva ecológico que está garantizado en origen plenamente libre de pesticidas, y sin embargo el plástico con el que se recubre el interior de toda lata, seguramente contenga Bisfenol A.

9) Reconoce los tipos de plásticos. Evita numeración impar salvo el 5. Es decir, evita 1 PET, 3 (ftalatos) y 7 (Bisfenol-A).

http://intercambia.net/temas/index.php/toxicos-ambientales/

El famoso plástico PET está actualmente en “sospecha” desde el siguiente estudio.

http://www.clubsportif.de/tl_files/downloads/PDF/fulltext%20hormone%20water.pdf

Contraofensiva:
http://www.plasticseurope.co.uk/plastics-industry/our-views/endocrine-disruptors-in-bottled-mineral-water.aspx

10) Abandona las colonias (sobretodo durante el embarazo), y todo lo aromático dentro del hogar (ftalatos)


http://conceivegreen.net/perfume-stinks/



Lista de marcas libres de tóxicos:

http://www.prenatal.tv/lecturas/GreenpeaceGuiaSinToxicos.pdf


Conoce los aditivos alimentarios:

http://aditivos-alimentarios.blogspot.com.es/