Blog con el ideal de ofrecer información de base (atemporal) sobre tres temáticas claves: 1) el imparable crecimiento de las energías renovables como único camino posible hacia un sistema energético sostenible 2) el ahorro y la eficiencia como parte fundamental de ese camino 3) la dificultad cada vez más actual del cambio climatico y del pico del petróleo o seguridad energética.

jueves, 5 de junio de 2014

FUTURO IMPERFECTO


Recuerdo cuando tuve la ocasión de ver la premier del documental Age of Stupid en el año 2009 (simultanea en 50 países). La persona que sentó a mi lado, me expresó su malestar al final de la emisión porque no le había gustado. Criticaba las múltiples previsiones fatalistas de cara al año 2055, año imaginario que se mostraba como presente.

Yo entonces le dije una frase que escuché a Domingo Jiménez Beltrán: “Cuando miramos algo y tiene un color negro, hay que decir que es de color negro, no se puede decir que es de color gris”. Otra cuestión es que una vez reconocido el color, pongamos todo el entusiasmo y optimismo que sea posible por cambiarlo.

Age of Stupid es de esos documentales, que ganan prestigio con los años. El funesto “imaginario futurible” mostrado al final del mismo, no era algo que estuviera basado en datos y evidencias. Sin embargo lo que se hacía, era trazar una “línea recta” imaginaria, según la tendencia que venimos llevando en los últimos años de nuestra era, y avanzaba en dicha línea recta (siguiendo “los puntos marcados”) hasta llegar a una época tan lejana como 2055 nada halagüeña.




Personalmente, una de las cosas que más me gusto de este documental, fue sencillamente su título. Daba en el clavo, porque muchas veces parece, que lo único con lo que se queda la gente tras ver un documental de hora y media, donde te “bombardean” con mil mensajes seguidos, es el concepto inherente del propio título. Y si no me crees, haz la prueba con algún amigo o familiar, que no haya visto éste u otro documental, pidiéndole que tras verlo repita 10 mensajes-resumen más o menos literalmente expuestos, pero sin decirle nada antes, ya que entonces la persona intensificaría su memorización durante la emisión, como si fuese un examen.

El mérito de la frase “La era de la estupidez” corresponde a Alvin (uno de los 6 personajes retratados), mérito doble porque el título original del documental era Crude, y sin embargo su directora supo ver el potencial de esta sugerente frase, y lo puso como título en el último momento.

Pienso, al igual que Alvin, que el ser humano no es que sea estúpido, y eso a pesar de que tenemos infinidad de ejemplos en los que nos comportamos como tales. Pero si damos una “vuelta de tuerca más” sobre el mismo concepto, y buscamos la causa última de todos los problemas actuales, no es difícil reconocer que esta causa, más que la estupidez humana, es la “codicia por el dinero”, o dicho de una forma generalista la actual sociedad del dinero.




Independientemente de que los que más tienen (dinero y poder), pueden llegar a impactar este planeta miles de veces más que el resto (sobretodo aquellos que no tienen ningún escrúpulo por ganar 1$ más), e independientemente de que la mitad del planeta solo intenta sobrevivir día a día, cada vez más millones de personas aspiran a participar del tercer grupo restante que lo conforma esa clase media en países desarrollados, o en desarrollo, que entre otras muchas cosas, disponemos de estos maravillosos privilegios de leer y escribir blogs en nuestro ordenador personal, mientras calentamos la cena en el microondas. Recalco lo de privilegios porque lo damos por sentado, cuando para una inmensa mayoría, no existe nada de esto.

Además con esto de la crisis, cada vez que pregunto por ahí, escucho como más gente identifica la “felicidad”, con llegar a tener no ya 50.000€, sino por lo menos 10 veces más.

Un triste ejemplo. La ONCE que siempre había reivindicado su labor social como atractivo hacia aquellos que compran el cupón, ahora insta a "valientes" a que se atrevan a ser millonarios. Ahora va a resultar que tener mucho papel moneda en el banco, es una virtud humana loable.

Pero ¿Qué es el dinero?. Quizás si lo definimos desde punto de vista de un indígena del Amazonas, podría decirse que es la capacidad de intercambiar y de “almacenar” productos más allá de los que necesitamos para vivir. El hombre no es el único que almacena recursos. Muchos animales almacenan igualmente provisiones para las duras estaciones de Otoño-Invierno. Pero el hombre almacena recursos y consume (o compra), muchísimo más allá de lo que son las meras necesidades biológicas.

Siempre pongo el mismo ejemplo. Si hipotéticamente tuviéramos cubiertos las cosas más básicas aparte de la comida (es decir, ropa y calor en invierno, un techo y luz), y dedicásemos todo nuestro sueldo únicamente a la comida, nos bastaría con menos de un tercio de nuestro sueldo mensual (aunque éste solo fuera de 700€). Lo que verdaderamente nos subyuga, es el obligado cumplimiento de las deudas hipotecarias o personales, y/o de otras que de pronto se nos suman como imprevistos, ya sea una multa o factura inesperada, o una reparación, o una compra de la lavadora que se ha estropeado, etc.

Otra definición no rigurosa de lo que es el dinero, o mejor dicho, de lo que implica nuestra capacidad monetaria anual, sería hacer un largo inventario y pesado de todos los materiales no alimenticios que hemos ido comprando a lo largo de nuestra vida, ponerlos mentalmente en una montaña imaginaria, y ponderarlos respecto al impacto que este produce en la naturaleza. Comprar 10 kilos de madera para una chimenea, tiene un impacto, pero no es ni por asomo parecido al impacto de comprar por ejemplo “dos kilos” de un portátil.

No voy plantear aquí, un debate ético, sobre el buen uso o el mal uso del dinero.

A donde quiero ir es que, primeramente hemos de reconocer que cada uno de nosotros, tiramos de una gran cuerda llamada recursos, y cada acto de compra individual, (excluyendo a alimentos, y compras no materiales como por ejemplo ver una obra de teatro), forma hilo a hilo una gran amarra común, que extrae materiales de la Tierra en una única dirección desde la extracción hacia el desecho. Aunque en el planeta, solo seamos un 20%, los que “vivimos con dinero suficiente” (diferenciando evidentemente distintos niveles), nuestro dinero es el motor de todo, y es la primera piedra de nuestra “pirámide invertida mundial” mostrada a continuación en difícil equilibrio, que seguramente no esté completa, pero que sirve como esquema-sinopsis.




Después del dinero, consideramos a la energía actual (combustibles fósiles) y al agua dulce, las dos fuentes que “crean” todos los demás productos de nuestra “civilización”.

Hay seguro quien piense que este esquema esté equivocado en que, habría que poner como primera piedra angular a los combustibles fósiles, cuya explotación solo ha tenido lugar en los dos últimos siglos de la humanidad, y que por lo tanto, ésta ha sido realmente la precursora, del actual sistema económico desbocado. Da igual. Póngalo usted como quiera. Llámelo La edad del dinero o La edad del petroleo.

Tanto la energía barata, como la financiación masiva (imprimiendo billetes fiduciarios) son dos los motores de esta era desbocada. A nivel mundial, no se está frenando el consumo energético, ni tan siquiera por el reconocido peligro del cambio climático, en pos del siempre sagrado mantra del crecimiento económico. Dudo mucho de que no se incremente el uso del carbón en una década (a pesar de su enorme impacto) cuando llegue a ser una ganga en comparativa con el precio del petróleo.

Sin embargo, por muy grande que sea la cantidad de energía que consumimos, no somos conscientes de la enorme explotación desmedida de todos los demás recursos (consecuencia de la primera), ni valoramos en su justa medida cuanto coste va a suponer el enorme daño medioambiental que puede perdurar siglos, dejando aparte la inminente pérdida de posibilidades futuras para los habitantes del lugar.






CINCO EJEMPLOS


Se destrozan hectáreas de ecosistemas, para la explotación de recursos no energéticos, pero siempre gracias a esta enorme disponibilidad de dinero y energía. Cada vez quedan menos ecosistemas intactos, pero es que en algunos casos, la debacle ha sido total en el tiempo de una sola generación.



“Borneo, la cuarta isla más grande del mundo, estaba cubierta hace apenas 20 años de una inmensa selva primaria. Al ritmo actual de deforestación, habrá desaparecido por completo antes de 10 años” Extracto de HOME



Una vez utilizado durante 30 años, un recurso tan actual de esta época de la globalización como son los barcos, se los desguaza sin ningún tipo de protección para los trabajadores o para el medio ambiente. Es aquello de ganar 1$ más, sin importar que todo muera rápidamente, y sin ningún escrúpulo. Los trabajadores viven y mueren allí atrapados en este círculo creado del que antes no dependían, y la playa que podía haber sido turística, está ahora sumamente contaminada de componentes químicos letales, por lo que permanecerá así por un siglo.



http://www.taringa.net/posts/noticias/17419252/El-Infierno-En-La-Tierra-Puerto-De-Chittagong.html



Se puede decir sin lugar a dudas, que hace 300 años, todo país del mundo vivía de forma autosuficiente. La siempre creciente interdependencia comercial y energética, y la pérdida de los recursos naturales de muchos países que siempre tuvieron lo necesario para vivir pero que ahora son "pobres" tras guerras, explotación y cambio climático, está desembocando en una migración cada vez mayor. España mismo, está volviendo a ser un país de emigrantes, y al mismo tiempo está siendo testigo de la desesperación de aquellos que ya no tienen vuelta atrás en las vallas de Melilla. Mirando restrospectivamente la película “Los días que vendrán” del año 2010, parece que cada año nos acercamos más a los distintos presagios del guión.

Nadie que emigra, desea irse de su país, aunque su tierra sea un desierto. Lo hace porque no le queda otra opción.





Hoy Día Mundial del Medio Ambiente, parece que no hemos aprendido casi nada durante tantos años, y parecemos empeñados en seguir para adelante, sea como sea.

Para finalizar este post, os dejo dos documentales que emitieron en la pasada Noche Temática, y en Documentos TV, que me impactaron profundamente. Si les gustan los documentales que “destapan” casi completamente, algo que la mayoría de la gente desconoce, entonces no les van a defraudar.





















3 comentarios:

JotaEle dijo...

Para la inmensa mayoría de las sociedades desarrolladas, la felicidad viene dada por la capacidad de tener, poseer o gastar recursos de forma compulsiva; siendo para más inri, prescindibles la mayoría de recursos que se gastan. A esto se le llama consumismo. Y lo que es más terrible, los países emergentes están abrazando ávidamente esta forma de vida. El dinero simplemente es el medio que permite cumplir las expectativas en cuanto al consumo, de ahí el culto que hay por el dinero.
El tener o gastar recursos es símbolo de estatus por lo que aunque racionalmente los individuos puedan comprender que tal forma de vida agota los recursos, contamina y llena el mundo de residuos; no va a dejar de hacerlo puesto que en una sociedad competitiva como la nuestra bajar el consumo sería como disminuir el rango social ante los demás.
Difícil solución, a menudo echamos la culpa a la clase política, que la tiene, echamos la culpa al sistema económico, que lo tiene; sin embargo obviamos el principal problema que es el cómo convencer a cientos de millones de seres humanos que llevan una plena vida consumista.
Saludos

renovablessinlimites dijo...

Hola JotaEle, que alegría encontrarte virtualmente desde aquellos tiempos del 15M. No me atrevía a creer que eras tú, porque he visto otros nicks Jotaele por ahí.

En cuanto a tu comentario, nada que añadir puesto que resume lo mismo que quería expresar. Todos tenemos nuestra parte de "hipocresía" consumista. Unos más y otros menos.

Siempre digo que estamos todos en un río en el que no se puede ir en dirección plenamente contracorriente, pero si podemos apartarnos a la zona lateral del cauce del río donde la corriente va mucho más despacio. Cada uno en la medida de sus posibilidades.

Sería bueno pensar en todo esto, por ejemplo cada vez que "idealizamos" comprar ese nuevo móvil cada dos años, o incluso menos.

consultoria energetica dijo...

Si no cambiamos la forma en la que gastamos el agua o consumimos petróleo al final inevitablemente llegará el fin, solo hay que poner límites para que esto no suceda